martes, mayo 16, 2006

Presa Esteban Baca Calderón mejor que “El Cajón”…



Ahora que está tan de moda abordar una poderosa lancha en el embarcadero de la presa hidroeléctrica “Aguamilpa” cercana a Tepic e ir a desayunar hermanablemente con los indígenas de la comunidad Zapote de Picachos, bien vale la pena ir pensando en los destinos turísticos a visitar a futuro a las orillas del vaso de la presa “El Cajón”.
Al evocar la magna obra con fines hidroeléctricos pendiente de inauguración, debe obligadamente recordarse su ubicación en el municipio de Santa María del Oro, hoy territorio famoso por la majestuosidad de su ensoñadora y mágica laguna.
Pensando en tan inmensa presa, sería justo adecuarle un nombre acorde a su importancia, y que mejor que distinguirla con el del héroe nacional nativo de ese municipio y hasta la fecha reducido a su mínimo reconocimiento por la historia oficial.
A Esteban Baca Calderón nacido en 1876 se le cataloga como el más puro combatiente idealista revolucionario de Nayarit, y aún con tan distinguido antecedente, sólo se le ha homenajeado en Tepic, incluyendo su nombre en el recinto legislativo estatal y designando con su nombre a una escuela oficial y a un parque publico.
En la ciudad de Guadalajara, un mercado también lleva su nombre tal vez por asociar los inicios de su esforzada y azarosa lucha con la de Manuel M. Dieguez quien después de muchas penurias llegó a ser gobernador de Jalisco.
Junto a éste personaje inició la primera huelga revolucionaria del país en junio de 1906 en Cananea, Sonora buscando mejorar las condiciones laborales para los mineros de dicho poblado e influenciarlos en el desarrollo de conciencia sindical y lucha para  conquistar sus derechos fundamentales como obreros.
En 1906, Cananea era una población minera en la que laboraban 5,360 trabajadores mexicanos que ganaban en promedio $3.50 pesos diarios con agotadoras jornadas de 10 y 12 horas bajo condiciones insalubres. El maltrato y la discriminación a esos mexicanos contrastaba con la de los 2,200 obreros extranjeros que ganaban 5 dólares por jornada y con mejores condiciones de equipamiento en su desempeño.
A la huelga de Cananea la anteceden otros movimientos que se desarrollaron sin mucho éxito. El surgimiento de la corriente liberal magonista de Ricardo Flores Magón en 1901 con la publicación de su periódico Regeneración impulsó el surgimiento juntas organizadoras del Partido Liberal Mexicano que desde San Luis Missouri  -ya en exilio-  Flores Magón coordinaba  y fomentaba la creación de círculos liberales, dos de los cuales surgieron en Cananea. De ahí lo radical del movimiento huelguístico.
Baca Calderón fue un anarquista que entendió que la lucha no sólo era económica, sino política y junto con Manuel M. Diéguez de tendencia socialista que abogaba por métodos pacíficos y legales para la lucha  formó  la “Unión Liberal Humanidad”.
La celebración patriótica del 5 de Mayo de ese año fue la tribuna que Esteban Baca Calderón utilizó para arengar a los obreros a luchar por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Las autoridades temerosas impusieron la represiva Ley Marcial.
Una marcha obrera fue reprimida con chorros de agua y balazos que dejaron tres  muertos y varios heridos. La masa enardecida linchó a dos patrones y el gobernador Izabal con 275 rangers norteamericanos y guardias rurales se aprestaban a la represión que culminó con obreros muertos, heridos y desaparecidos.
Esteban Baca Calderón y Manuel M. Diéguez fueron aprehendidos y enviados en un penoso y agobiante traslado a la prisión de San Juan de Ulúa donde sufrieron penalidades por cinco años, siendo liberados al triunfo de la revolución mexicana.
En 1913 se levantó contra el dictador Victoriano Huerta quien llegó al poder traicionando y asesinando al presidente Francisco I. Madero. Al ser derrotado Huerta, fue nombrado gobernador interino de Colima por el corto periodo de diciembre de 1914 a enero de 1915.En 1929 fue nombrado gobernador de Nayarit.
Este político, maestro y general de división  -como bien ha sugerido el profesor Hugo Humberto Rodríguez Medina de San Blas-  bien merece que una obra monumental lleve su nombre.







1 comentario:

pablo dijo...

Hasta hoy me enteré de su acertada opinión, con respecto al maestro y general Esteban Baca Calderón, debo de decirle que me entrevisté con el gobernador Ney González, luego le solicité por escrito y hasdta hice una biografía novelada que se tituló: "Esteban Baca Calderón luchador nayarita incansable", pudiera ser que en la librería que está frente al Congreso existan algunos ejemplares, en ese pequeña biografía solicitaba la adhesión para una cruzada y ponerle el nombre a la presa de El Cajón, fuera "Esteban Baca Calderón".
Profr. Pablo Torres Sánchez.