martes, mayo 09, 2006

Mozart: Doscientos cincuenta años después…

Nacido el 27 de enero de 1756 en Austria. Fue bautizado como Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart; más tarde se haría llamar Wolfgang Amadeus, siendo Amadeus un sinónimo latino del griego Theofilos con significado: “El que ama a Dios”.
Wolfgang Amadeus Mozart, se inició en el mundo de la instrumentación bajo la influencia de su padre que impartía clases de música, comenzando a brillar con luz propia a sus cuatro años de edad. Dos años después ya había compuesto veintidós piezas musicales.
Tal era el prodigio del pequeño genio musical en el que todo era gracia y talento sobrehumano y que por ello brilló de manera destacada en esa época de grandes compositores de música clásica. Ya de adulto se desvaneció un poco la magia del niño precoz, pero quedó su obra inmortal junto a los destacados.
Nació seis años después de la muerte de Bach (1685-1750) y tres antes de la de Händel  (1685-1759). Contemporáneo de Haydn (1732-1809) y Beethoven (1770-1827). Murió Mozart a los treinta y cinco de edad. Un año después nació en Italia Rossini (1792-1868) y veinte después el austro-húngaro Liszt (1811-1886)  
Su última creación musical El Requiem fue la exhalación de un Mozart moribundo, el espejo de un alma angustiada, de allí su semejanza con un mar tormentoso que no se apaciguó aun cuando la partitura la haya concluido su alumno Süssmayr.
Pronto brillará, para anunciar la mañana/ el Sol sobre su órbita dorada./ Pronto se desvanecerá la superstición/ pronto vencerá el hombre sabio./ Oh paz serena, ven aquí/ vuelve al corazón de los hombres;/ entonces la Tierra será un reino celestial/ y los mortales serán semejantes a los dioses.
Finalmente murió en 1791 empobrecido, tuvo un sepelio de escaso acompañamiento propio de un día lluvioso. De él se dijo:  "Tan pronto como los acompañantes dejaron sus paraguas y se protegieron en el primer refugio, él se levantó, sacudió sus huesos en la fosa común e irrumpió en la universalidad."
Como niño precoz, sufrió al principio de su carrera los embates del tipo de actitudes nefastas de individuos egoístas que descalifican al prójimo en base a la edad, defectos físicos o conducta personal íntima. Algunas personas de cerrazón mental acentuada, no asimilaban que el infante fuera capaz de superar a su corta edad  la obra de muchos adultos.
La herencia de Mozart a la Humanidad es gloriosa: 46 sinfonías, 20 misas, 178 sonatas para piano, 27 conciertos para piano, 6 para violín, 23 óperas, otras 60 composiciones orquestales y numerosas obras más, cuentan en ella.
Fragmentos de su música en: http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=1067

 

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