domingo, marzo 19, 2006

Vicente: De arriero, a buen Presidente…

Después de arremeter inmisericorde contra sus ocasionales enemigos en  memorables campañas e invertir esfuerzo, sudor, sangre y desgaste de varios pares de botas, arribó a la Presidencia de México.
Poco culto pero zorruno, astuto y con instinto para adaptarse a situaciones adversas y  controvertidas. Capaz  de  resistir  una  guerra defensiva y desgastante a largo plazo, logrando siempre al final ver coronado su esfuerzo con el triunfo.
Mexicano de talla enorme. De conducta tal que anteponía siempre los intereses de la Patria a los propios. Hombre de inicios rudos, diestro en dominar ganado caballar o equino, hizo gala y sacó raja de ello identificándose con el prototipo mexicano ideal.
Frugal, bien plantado, de salud de hierro, con duende para mandar, resistente a las peores calamidades, mente alerta y despejada, sensible al sufrimiento humano e identificado con los clamores de los explotados, daba la medida de un  dirigente  idóneo.  
La historia de la resistencia la escribe  fundamentalmente  este enorme suriano, digno de llamarse también  empecinado, con éxitos y  fracasos alternados pero sin abatirse nunca. Era increíble el tesón, la movilidad y las facultades casi sobrehumanas que manifestaba para mantener viva una lucha que desfallecía por todos los rincones de la patria.
Un norteamericano notable que arribó amistosamente al cuartel general de Vicente, escribió la imborrable impresión que le dejo el líder: “Sus ideas muy liberales, bello carácter y una ciega adhesión  por su patria. Yo soy testigo de sus tareas y me atrevo a asegurar, que no hay ni ha habido otro jefe que trabaje por la patria como dicho señor”.  
Después se alió con el enemigo a cuenta de ganar la partida más adelante. La estructura del poder remanente se estaba resquebrajando. La maquinaria no funcionaba ya como en otros tiempos. Ello explica en parte el carácter de su diplomacia.
Dándose cuenta en un rápido golpe de vista que el gobierno de México se debilitaba al perder confianza en si mismo y en las fuerzas que lo sostenían, Vicente decidió aliarse con un encumbrado personaje que tenía bajo su férula a un considerable núcleo de gentes bajo su mando. Pero este, fiel al gobierno y falto de imaginación dejó escapar la oportunidad de su vida.
Han de dispensar,  por falta de espacio dejo inconclusa esta narración fusilada del volumen 12 de Historia de México de Enciclopedia Salvat, sobre el general Vicente Guerrero.

No hay comentarios.: