Ing. Carlos Slim Helú…

Este mensaje no está inspirado en el hecho de que seas el tercer hombre más rico de la tierra. Para nada. Es más, yo puedo presumir  también tal posición en el otro extremo de la misma escala. Del escalafón de los más jodidos, me anteceden solo dos.
Enterado de la reunión privada entre tú y el gobernador nayarita Ney González, motivada por el interés mutuo en incrementar la inversión hacia el estado, me permito comentarte lo siguiente:
Como obligadamente debes ya estas enterado, nuestra entidad federativa es pródiga en bellezas y recursos naturales explotables, pero como casi todo rincón de la patria, ha sido manejado políticamente casi siempre de forma centralista caprichosa y los bandazos defeños perjudiciales han marcado negativamente a esta tierra de Nervo.
Desde siempre, como Territorio Federal y como Estado “Libre y Soberano” después, Nayarit ha sido coto de premio a militares y  políticos nacionalmente poderosos. La primera vez que una elección masiva y ejemplar definió la gubernatura autónoma, fue a favor de Alejandro Gazcón Mercado en 1975.
El dirigente del partido que lo apoyó, obtuvo su plato de lentejas. Luego de dialogar con Porfirio Muñoz Ledo a la sazón líder del PRI y enviado directo del presidente  Echeverría; en ruin acción, cedió impunemente la posición ganada. Jorge Cruishank García dueño del  PPS  se apersonó de su butaca en el Senado de la República saldándose así la traición y como premio al “exitoso halconazo” en San Cosme Distrito Federal  del 10 de junio de 1971 Echeverría designó como mandatario estatal a Rogelio Flores Curiel.  
Al igual que en Sinaloa y  Querétaro, hubo una época en que Fidel Velázquez vía cuota de poder designaba a los gobernadores. Nayarit  tuvo vía cetemista a Emilio M. González, Celso Humberto Delgado y Rigoberto Ochoa Zaragoza como gobernantes.  Como  mandatario estatal, Celso H. Delgado al frente de un estado pobre,  pagó un  millón de dólares al “Hermano cósmico” Raúl Velasco para  promocionar durante  breves minutos a su familia y de paso también, los atractivos turísticos estatales en el programa televisivo “Siempre en Domingo” de aquél tiempo.
Culminó  su  mala  obra  dividiendo al municipio de Compostela y creando el  municipio de Valle de Banderas, despojando de ingresos  -al de por si empobrecido original-   por parte de la bonancible zona turística que incluye Nuevo Vallarta.
De remate, aliado con el Congreso estatal, estableció que continuara el pago de tenencia a vehículos no importando que hubiera superado el término legal federal de diez años de antigüedad.
Rigoberto Ochoa el último gobernante cetemista, cedió playas a extranjeros nipones  convirtiéndolas en  privadas, y por supuesto el también erigió su  mansión en la preciosa bahía de “Chacala”.
Antonio Echavarría Domínguez y Ney González Sánchez arribaron ya sin el estigma corporativista vía elecciones, terminándose así el juego caprichoso, el  remedo de una partida de naipes, con cartas marcadas. Para no variar, el desempeño del hoy ex gobernador Echavarría fue atrasante también.
El neo gobernante actual está promoviendo el desarrollo económico urgente y alienta expectativas bonancibles merced a su moderna cultura política aglutinante. La atinada visión de proponer desarrollo industrializado sin menoscabo del entorno ecológico es plenamente valorada y respaldada.
El sitio internético Nayarita.com lleva a cabo una campaña semejante y lo apoya plenamente. El lema “Nayarit estado diáfano con alma y superficie limpias” refleja fielmente la convicción.
Alma limpia se refiere a la aspiración legítima de bienestar social, a la pacífica y propicia convivencia para el desarrollo estable. Superficie limpia abarca el control de basura como prevención inhibidora del deterioro ambiental.
Hay confianza en que como socio bienintencionado, seguirás la línea de desarrollo social que te ha caracterizado, con tu filantropía manifiesta al preocuparte por impulsar la mejoría colectiva. Saber de tu gran apoyo a la reconstrucción del Centro Histórico de la Ciudad de México y recientemente convocar a un pacto –aunque incluido el inútil de Emmanuel-  para el progreso nacional alienta expectativas.
En el caso particular de Nayarit, abrigamos nuevas esperanzas en que el desarrollo con nobles inversiones privadas, sea coadyuvante del desarrollo con plena justicia social para todos sus habitantes y sin menoscabo de la orgullosa soberanía e independencia estatales.