jueves, septiembre 01, 2005

PREMONICIONES NERVISTAS

PREMONICIONES NERVISTAS...
¿Quién será en un futuro/ el Cristóbal Colón de algún planeta?/ ¿Quién logrará , con máquina potente,/ sondar el océano/ del éter, y llevarnos de la mano/ allí donde llegaran solamente/ los osados ensueños del poeta?...¿Quién será en un futuro no lejano,/ el Cristóbal Colón de algún planeta?
Flotando, por casi cien años, quedó tu pregunta mi Nervo admirado. Tu otro chispazo filosófico de poética y dolorosa apreciación, que envuelto en una cruda realidad imperante de aquellos inicios del siglo XX, y que escribiste casi con llanto y sangre; flota vigente aún a lo largo y ancho de nuestro país: nací de una raza triste/ de un país sin unidad/ ni ideal, ni patriotismo/ mi optimismo es tan solo voluntad./ Obstinación en querer/ con todos mis anhelares/ un México que ha de ser/ a pesar de los pesares/ y que yo ya no he de ver...
He tratado de informarte ¡oh! inmortal bardo nayarita pero el E. mail nervoefectivonojoteriaswaltermercadistas@yajuy,jujuy.laneta no da señales de fantasmagórica vida. Quiero tranquilizarte paisano, informándote que la pregunta angustiosa que daba vueltas en tu cabeza, ya tiene un adelanto de respuesta en la cuestión planetaria, y, que por de pronto, ya le llegamos al satélite natural. Y que al igual que Colón, el protagonista histórico del arribo inicial, se disolvió en el anonimato, y que no es posible localizar a Neil Armstrong ni en su casa.
De tu cruda apreciación republicana, te hago saber que sigue siendo aplicable a mayores de cincuenta años, que tal vez no veremos lo que tú tampoco llegaste a ver. Has de saber, que la colectiva y magna esperanza nacional de un cambio al status ideal, se presentó recién iniciado el milenio actual, pero que el resultado fue contraproducente, y en este 2004 nos encontramos más desunidos que nunca, con un ideal y un patriotismo sin brújula y dando tumbos cual cabro grandulón y salvaje de rancho sancristobalense. Que el triunvirato curas, profesores y médicos de benéfica influencia colectiva nacional en tus tiempos, ha degenerado: en cardenales ambiciosos, soberbios, altaneros y hocicones; en criminalas (sic) dirigentas (re sic) diputadiles y gremiales; y en galenos entambados en concreto por fallar en sus cirugías estéticas a un “señor de los cielos” que se pudre en el infierno. Finalmente uniría mi fe a tu “México que ha de ser” contagiándote mi ilusión de que tal vez los hoy neonatos, si logren materializar tu obstinación pro unidad y patriotismo que, sacudirá, por ende sus ancestrales genes de tristeza, conformismo y abulia.

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