ILEGALES, AMBICIOSOS INDESEABLES...

ILEGALES, AMBICIOSOS INDESEABLES...
Son hijos, de la tiznada y polvorienta batalla a tiros, sudores y carreras, sus logros alcanzados.
Son hijos de la fregada y barrida dada por ellos a la ley básica de convivencia.
Ilegales al ciento por ciento, rapiñeros gandallas, malintencionados despojadores, egoístas, mezquinos, antropoides babeantes, antítesis de seres pensantes, incivilizados, retrógadas, brutos, ñoños, baduleques conchudos e insaciables materialistas.
Urge, en serio, deveras, deveritas; que el Presidente Vicente Fox en un arranque del poder presidencial que con éxito inusitado ha ejercido, saque la casta, el orgullo, la mexicana dignidad, y en decidido precedente independentista frene, reprenda, critique y condene a esos invasores ilegales odiosos que basados en su ambición desmedida, ingresaron atropelladamente al vecino país, gozaron de la pródiga tierra y desplazaron sin remordimiento alguno a los que en ella habitaban.
A la brava ilegalmente invadieron, ilegalmente hicieron su hogar en tierra ajena, e ilegalmente pretendieron y establecieron derechos surgidos de su propia ilegalidad.
¿Con qué derecho cruzaron “por sus calzones” la frontera? ¿Existe algo más odioso que llegar a un hogar ajeno e instalarse como si fuera propio? ¿Por qué amparados en la “ley del más vivo”, alteraron el sistema de vida de inocentes con antiquísima residencia pacífica y productiva en su hábitat?
Apoyados por  malos mexicanos establecidos “de muchos años” en las tierras “del norte”, los abusivos migrantes anarquistas ávidos de gozar terrenos inmerecidos se enraizaron firmemente creando derechos no merecidos.
Justo es que se les despoje de todo lo ganado, que sin misericordia se les quite todo y reciban la condena internacional por abusar a tal grado de sus complejos rateríles, invasores, ilegales y usureros.
Convencido, clamo con mi reclamo  -ya enojado me vale la rebuznancia cacofónica-  al titular del Poder Ejecutivo que, tal cual nos libró decididamente de las “víboras prietas tepocatas”  priístas enquistadas en todas las dependencias y reductos de poder, aseste un golpe definitivo contra la históricamente escandalosa ilegal invasión internacional.  
Rezo porque lo ilumine Hidalgo, y situado en su papel de reconocido Estadista (así con mayúscula), dé un nuevo grito de nacionalista independencia e inicie una batalla legalmente bien orquestada para su pronta resolución, ante tribunales internacionales y lograr con ello, la recuperación plena de Texas,  Nuevo México, Arizona, California y parte de Utah que tan ruinmente invadieron aquellos ilegales “dioses blancos” expansionistas del siglo ante pasado.