BRUTALIDADES PRONTAS

BRUTALIDADES PRONTAS  POST AVIONAZOS...
Si  por si mismo, el ruin  enfrentamiento  entre semejantes es condenable,  lo es  más  la “guerra”  que pretende  realizar Mr.Bush contra Afganistán. Para empezar, ninguna  nación o potencia lo ha agraviado descaradamente. Los inhumanos actos terroristas contra las torres de Nueva York y demás; se gestaron, planearon  y  llevaron a cabo dentro  del  territorio  estadounidense.  Indudablemente  hubo  un  cabecilla ya  identificado según se dice, pero –el gran pero-  el hecho de exageradamente enviar tropas equipo y material  bélico contra  una nación que supuestamente lo asila, constituye un magno error con alto costo económico, aparte de lo que resulte en lesiones personales a inocentes y pérdida de vidas.
Históricamente,  frente  a  los atentados  internos,  las  naciones  agraviadas  reaccionan  investigando, reprimiendo y castigando inteligente o brutalmente según el país de que se  trate,  a los autores de los hechos que al generarse en forma  intestina, se  resuelven internamente también.
        Es urgente que las autoridades políciacas a las que corresponde el asunto, y que en gran surtido tienen los Estados Unidos, actúen dentro de la nación y repriman efectiva y radicalmente a las diversas células terroristas que existen, como trágicamente ya se comprobó. Luego de este primer paso, debe darse el segundo consistente en seguir el hilo de la madeja internacional y, entonces si involucrar a todo mundo en la lucha común contra el terrorismo, coordinándose con los diversos métodos característicos de cada entidad para mayor efectividad y limpieza de la operación.
Del belicoso modo invasor actual que se pretende, equivale a destruir la casa completa para erradicar las cucarachas, ratas y demás plagas caseras.
Actuando inteligentemente servirá a la nación estadounidense  para sacudirse el estigma de culpar a los ajenos de sus problemas internos como sucede también con el problema de narcodependencia, en el que se culpa,  persigue  y  castiga  a  los  proveedores  de drogas,  descuidando el verdadero problema de consumo, exagerado ya en grado sumo en todo el país norteamericano.