lunes, septiembre 05, 2005

ESPAÑOL: LENGUAJE DE PORQUERÍA

ESPAÑOL: LENGUAJE DE PORQUERIA                                                      
¿Qué hago doctora Corazón?...tan ridícula proclama de supuesto paciente sentimental  y la aún más “sabia” respuesta de la experta en amores y desamores, hizo escuela en  la historia revisteril mexicana de los sesentas. Surgió luego como parodia burlesca de humor irreverente, sarcástico, burlesco, cáustico e ingenioso, el  “Rincón Sentimental” de la “Tía Alma” en la prestigiada publicación  “Contenido” estableciéndose como sección cómica, ya de permanencia exitosa desde hace varias décadas, y como ejemplo de creatividad humorística fina.
La estadounidense revista  “Vanity Fair” en burdo remedo de aquél remedo, publicó una columna satírica que alborotó al avispero y fue tomada como una “burla del español”, provocando una defensa  -inusitada y digna de mejor causa-  de parte de “la comunidad hispana” residente en Estados Unidos, incluida la destacada actriz Salma Hayek. Noticieros televisivos, radiofónicos e impresos destinaron generosos espacios durante varias semanas para “lavar la afrenta” humorística, y políticos oportunistas, organizaciones cívicas ídem y público en general secundaron el magno mitote al mínimo chiste.
Tomada erróneamente también como una grave y ofensiva referencia, fue la relativa al limitado uso del español por norteamericanos como forma de comunicarse sólo con el jardinero o el servicio doméstico, ignorando los detractores, que mucho antes, otro escritor norteamericano había normado toda actividad decente al mismo  nivel. Boker Washington expresó: “ninguna raza puede alcanzar su plenitud, mientras no comprenda que el labrar el campo y escribir un poema tienen la misma dignidad”, y  ni siquiera la luchona organización campesina chavista en California ha usado tan reinvindicadora cita como suya.
El puntilloso escritor logró llamar la atención hacia su revista, misma que prometió una disculpa publica en su edición abrileña de 2003, asegurando de paso un mayor tiraje gracias a la reacción provocada entre los desatinados hispano parlantes, ignorando supinamente el esfuerzo fallido de abogar por el español, pues el riquísimo, culto y  vasto idioma se defiende por si solo y es ajeno a conductas efímeras y diversas.
No equivoquemos el camino, el enemigo lo tenemos en casa. Hagamos una  mega unión, juntémonos hispano parlantes todos, y arremetamos contra las sistemáticas expresiones públicas e impunes, de programas radiofónicos y televisivos en español, de grosero, crudo, corriente, alburero, burdo, denigrante y ofensivo desempeño diario. Con programas porquería nuestro bello idioma español degenera en lenguaje de porquería.

El revuelo y alharaca hicieron famosa ésta columna de “Vanity Fair”
Querida Dame Edna:
Me gustaría mucho aprender un idioma, preferentemente francés o italiano, pero cada vez que menciono esto la gente me dice que aprenda español. “Todos van a hablar español en 10 años. George W. Bus habla español” ¿puede ser esto cierto? ¿vamos a hablar todos en español?
Romántico Atormentado

Querido Atormentado:
Olvídese del español. No hay nada en ese idioma que valga la pena leer excepto “Don Quijote” y una rápida oída al CD de “El Hombre de la Mancha” ya es suficiente. Había un poeta llamado García Lorca, pero lo dejaría en el fondo intelectual si fuera usted. En cuanto a lo que se refiere a todos hablando español, ¡que tonterías! ¿con quién hablaría para estar tan desesperado por hablarlo? ¿con el servicio doméstico?  ¿con el jardinero?  Estudie  francés o alemán,  donde al  menos  hay algunos  libros dignos
de leer  o,  si  usted  es  norteamericano,  pruebe a leer algo en inglés.
Dame Edna

La pensada como choteo a la columna gabacha y hoy aquí pregonada es:

Querido Tío Shinguetas:
Deseo aprender otros idiomas, sería deseable que mundialmente habláramos inglés pero a mí   me gustaría  más, aprender Chino, por observar la rápida y silenciosa invasión oriental al “Estado dorado” y que de seguro en 10 años más se llamará inevitablemente Califolnia. Me serviría también para gritarles en su idioma a los predominantemente torpes conductores de esa raza, que impunemente se desplazan en sus lujosos carros, en las ya invadidas ciudades  de Monteley, Alahambla, Losemead, San Malino y South Pasadena del Valle de San Gabliel, y también en San Flancisco.
Quisquilloso Chalefilicofóbico

Querido Chalefilicofóbico:
Olvídese del chino. Cualquier grosería gritada en cualquier idioma, pasa como expresión válida en ese idioma. Los bien forrados invasores, dominan también el idioma de Shakespeare. Aprenda inglés. En cuanto a lo que se refiere a todos hablando este idioma ¡que maravilla! ¿no le causaría regocijo enterarse directamente y sin traductores de las bravuconadas guerreras de Mr. Bush? ¿no asimilaría como normal la invocación a Dios cinco minutos después de inyectarse heroína, aspirar cocaína o fumar de la “Golden Acapulco” y exclamar “oh may gad”? ¿cómo no disfrutar en este bello idioma la versión directa del par de hermanos que en Riverside asesinaron a su madre, la arrojaron a un barranco sin manos y sin cabeza, mismas que guardaron en un closet de su casa para obstruir la identificación de la víctima? ¿imagínese leer el documento de compraventa original entre los aborígenes indios y los “dioses blancos” cuando éstos adquirieron formalmente la isla de Manhattan en veinticuatro dólares? ¿no se da usted cuenta que inglés e inescrupulosa ambición son la mejor combinación”?. Dese cuenta plena, no defeque fuera del orificio apropiado.
Tío Shinguetas

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