El Delegado Cero…

La indiada aguantadora esperaría sin consecuencia adversa alguna hasta que se integrara  a desempeñar lo suyo según se pudo deducir al apreciar su actuar público reciente.
El dulce abandono de su comisión en pro del bienestar de las masas desprotegidas no le preocupó en absoluto. Sabe que “picando piedra” en complicidad de políticos defeños bien ubicados estratégicamente, le garantizará como siempre, seguir manteniendo su estatus comodino de afortunada vida.
Desconectado completamente de responsabilidad compremetedora alguna, dejó transcurrir, correr, fluir, escapar libremente su tiempo de ociosidad adoptado por  voluntad propia y sin consecuencia riesgosa de perder prerrogativas.
El receso turístico personal pero costoso para la nación no le quitó el sueño, es más, abrió la puerta al ensueño, a la añoranza, al recuerdo del hoy lejano inicio afortunado…
Volverse a ver de adolescente secundariano acompañado por sus condiscípulos más allegados y recordar la convivencia escolar con los profesores, el aprovechamiento de las clases, el cumplimiento con las tareas y los exámenes, que como un todo agradable quedaron grabados para siempre en su memoria, le resultaran indudablemente  gratificantes dado el final afortunado del balance vivencial actual.
Recordar aquella hermandad amistosa que al correr de los años fructificó espléndidamente. Las vivencias juveniles escolares, la compartida de torta y refresco en el recreo, la prestada de dinero para completar el pasaje del camión urbano, la conclusión de las tareas escolares en la sana convivencia hogareña y demás vivencias propias de la chamacada se hicieron presentes seguramente en la evocación nostálgica.
En aquellos lejanos años sesentas, su admiración por aquél estudiante excepcional, receptivo, dedicado y despierto que se desempeñaba como ocasional bolero, voceador y recolector de fierro viejo para su venta en las recicladoras citadinas solventando con ello algunos gastos personales, incrementó su amistosa disposición al solidario trato cotidiano en sus mocedades.
Le complacía ver como su amigo participaba entusiastamente en las actividades escolares y formaba parte del Comité de la Sociedad de Alumnos. Dándose tiempo incluso para presidir la Cooperativa Escolar y dirigir el periódico estudiantil de su escuela Secundaria.
Ni cuando imaginar que aquél EZ habría de concretarse treinta años después como factor decisivo, trascendente, con un desempeño excepcional en el difícil y tremendamente convulsionado1994 de cuyas consecuencias financieras aún no se repone el país.
Imposible predecir en aquél tiempo, que se encumbraría al máximo  puesto de protagonismo político como consecuencia de un acto criminal o asesinato que cimbró al país y que forma parte ya de la historia nacional contemporánea.
Pero ubicados en este tierno 2006 la noticia regional más importante es que finalmente, después de un mes de haber sido designado Delegado Regional del IMSS en Nayarit, se presentó a desempeñar su privilegiado, descansado y espléndidamente bien pagado desempeño público Aureliano Cruz Monreal, quien al igual que Antonio Meza Estrada Cónsul de México en Detroit conservan sus empleos elitistas gracias al tráfico de influencias del entrañable secundariano amigo mutuo Ernesto Zedillo ex presidente de México al que el amenazante cambio foxista ni siquiera despeinó.
Lo dicho Delegado cero… a la izquierda.