domingo, febrero 12, 2006

Al derecho y al Derbéz…

La resuelta acción drástica de tan valiente defensor de la integridad, del prestigio, y de la honra nacional, hizo mella en esos odiosos gringos metiches sistemáticos que, por imposición  aborrecible tratan siempre de implantar sus condiciones.
Sea pues un reconocimiento a quien actuando derechamente, con patriotismo digno, con plena convicción, con oposición férrea, valor en grado superlativo y hombría sostenida hasta las últimas consecuencias; ha sido mal comprendido y vilipendiado por su reacción de rechazo a la intransigencia intervencionista del gobierno norteamericano contra la soberanía nacional de México.
Hay quien irrespetuosamente sostiene, que su aparatosa manifestación de repudio al impune hacer y deshacer de los voraces extranjeros gabachos; fue a raíz de que alguien, estratégicamente mejor ubicado detrás de él, lo obligó a hacerlo.
Otros sostienen que se trató de una elucubración manipulada en aras de exaltar el nacionalismo con ese antecedente de manifestación patriótica.
Rayando en la ofensa, se dice también que solo bajo el efecto de bebidas embriagantes se dio la acción trascendente, poniendo en grave duda la valentía mostrada.
Lo cierto es que el resolutivo acto de conciencia patriota de nuestro digno paisano, impactó a la gringada irrespetuosa y atrabancada, que si reconoció  -aunque no oficialmente-  el sublime acto heroico dentro de esa nacional autonomía puesta en entredicho.
Ya estando en posición envidiablemente reconocida, durante el sexenio salinista se intentó minimizarlo ruinmente, ya desde entonces todo apuntaba en contra, pero el incidente reciente del Hotel Sheraton como ofensiva ínsula norteamericana incrustada en el corazón de la patria, hizo resurgir el aprecio a su manifestación gringofóbica.
¡Basta de discriminación histórica! ¡No más menosprecio a la acción trascendente de rechazo a lo extranjero pernicioso! ¡Nayarit debe encabezar el movimiento reinvindicatorio!
México entero debe valorar en todo su magnitud la reacción patriota y así como a Miguel Hidalgo se le denomina El Padre de la Patria; a Benito Juárez se le designa El Benemérito de las Américas; a José María Morelos como El Siervo de la Nación; a este distinguido pero a la vez minimizado defensor de la patria, bien pudiera presumírsele en el mundo entero como Abanderado de la Dignidad Mexicana.
Lo anterior en cuanto al mexicano derecho, patriota, leal y valiente soldado de la patria al que otro nayarita ejemplar le dedicó un poema declamado por el mismo el 8 de septiembre de 1908 en un homenaje a los Niños Héroes:
Como renuevos cuyos aliños/un viento helado marchita en flor/así cayeron los héroes niños/ante las balas del invasor.
El resarcimiento pleno deberá establecer que el bochornoso hecho de haber borrado de los libros de Texto Gratuito de historia su hazaña, se debió a tratar de suprimir ese episodio molesto para los norteamericanos durante los acuerdos previos al TLC.
La reivindicación educativa deberá establecer como traición a la Patria a los mal llamados maestros que han enseñado a sus alumnos la inocentada de que los cadetes del Colegio Militar se emborracharon durante la batalla de Chapultepec y que Juan Escutia, estando ebrio, otro lo empujó, y él sujetándose de la bandera para no caer,  finalmente se desplomó con todo y el lienzo patrio.
Del actual Ministro de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbéz Bautista que ante su ineptitud para defender lo nacional ante lo extranjero, ni vale la pena escribir respecto a su desempeño.
Declara que:"La gente sigue hablando del efecto e impacto nacional (del caso Sheraton), y lo que plantea es que debemos reaccionar de inmediato al grito de guerra, que deberíamos agarrar la bandera nacional y envolvernos en ella y lanzarnos desde el castillo de Chapultepec, y la verdad es que si hacemos eso resulta en una precipitación en la toma de decisión y, particularmente, en algo que es muy peligroso en nuestro país: empezar a tomar reacciones y acciones, no por lo que dice la ley y cómo dice la ley, sino por cómo me voy a ver en un momento determinado ante el planteamiento público que se da".
El nayarita Escutia escribió una página en la gloriosa Historia Nacional.
El chilango Luis Ernesto Dérbez, más que en historia; describe su histeria.

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