miércoles, enero 25, 2006

Me equivoqué contigo...

Me equivoqué  a lo macho, como muy pocas gentes se habrán equivocado…
Esa canción que José Alfredo Jiménez dedicara a una de sus decepcionantes musas, ahora yo se la dedicaría a todo un país sudamericano.
A raíz de la huida de Carlos Salinas hacia  la isla irlandesa y de su permanencia autoexiliado en Dublín, ocurrióseme hacer un símil paralelo con otro ex presidente chafa en situación similar.
La permanencia de Augusto Pinochet en la isla vecina Gran Bretaña era huida de su país también, camuflageada con supuesto avanzado tratamiento médico en Londres.
El regreso coincidente de ambos a sus respectivos países propició la columna:
Retorno del villano dictador…
Luego de pasear impune y de radicar largo tiempo, no importando el carísimo costo de la vida en el país-isla europeo primer mundista, regresó a la patria  que lo vio nacer, el odioso villano.
Si, aquel que por  medio de un golpe bajo, logró encaramarse al mando supremo de su país. Y ya en la cima del poder absoluto, hizo y deshizo a su antojo, sin más límite que el de su deteriorada conciencia.
El frío balance luego de concluir su desbarajuste como jefe supremo de las fuerzas armadas y políticas -a las que convirtió en una extensa red de complicidades- justifica plenamente un juicio político que condene y sancione las atrocidades cometidas por el hoy tan odiado y despreciado ser.
Sin embargo someterlo a un proceso legal riguroso, se dificulta en grado superlativo por el escudo de impunidad forjado con refinada maldad durante su poder omnímodo. Formarle juicio, condenarlo y reprimirlo dentro de su país, resulta menos que imposible dada la telaraña ruin forjada para protegerle sus espaldas.  
Aún conserva poder, y subrepticiamente maneja las riendas del control político tan eficazmente, como cuando se encontraba en el cenit de su poderío.
El sufrimiento causado a millares de familias por los sonados crímenes y desfalco a las arcas públicas, es una herida abierta que perdurará por mucho tiempo, incluso, después de la desaparición del sátrapa de la faz de la tierra.
Es triste, pero el nivel justiciero del país no da para más, el atraso latinoamericano y el lastre tercermundista, permitirán que sigan tan campantes estas vidas paralelas y hoy, por su maldad, fusionadas: Salinochet.
Hasta ahí el articulacho de marras. Ahora en pleno 2006, el ex presidente Salinas anda más activo políticamente que antes, con el agregado de influencia manipuladora en la sucesión presidencial que le da su reciente ingreso como socio de Televisa.
En resumidas cuentas; gimiendo lastimeramente, el sufrido México aún lo soporta y su cauda de impunes tropelías no cesa.
Para el villano sureño la situación imperante no le es tan sencilla. Al menos, el 28 de diciembre  pasado  -día de los Inocentes acá-  ya lo ficharon con huellas dactilares y fotografías con letrerito incluido. Su esposa y cuatro hijos también son investigados minuciosamente buscando detectar complicidad en fuga criminal de capitales pertenecientes a la nación.
Mostrar al mundo los trascendentes testimonios de cada uno de los procesos es lo que está prestigiando a su sistema judicial. El blandito arraigo domiciliario del acusado no demerita tan histórica iniciativa justiciera.



Ante tal situación de dignidad proyectada  por la Corte Suprema chilena, no puedo menos que  -hablándo al Chile-  disculparme por mal juzgar al país andino que le da una lección de dignidad justiciera a su “hermano mayor” México.
Le repito al país sureño demócrata  (démos-pueblo, cratos-poder) que además sin mucho argüende recién eligió a su nueva Presidenta:
Me equivoqué contigo.

No hay comentarios.: