lunes, enero 23, 2006

Las innecesarias campañas presidenciales...

Hostigantes, aburridas y como en canción de Lara “El hastío es pavo real que se aburre de luz en la tarde”.
¿De que nos pueden convencer los tres candidatos? Tres, porque los otros dos son candidotes en cuanto a concretizar su pretensión presidencial.
¿Qué de nuevo pueden ofrecer que no sepamos ya? Si el grueso de la arrebatinga ya se dio mucho antes en exceso y aderezado con las hoy fallidas aspiraciones presidenciales de Marta Sahagún de Fox, los video escándalos con perredistas y las intromisiones salinistas maquiavélicas.
Si a estas alturas del “inicio” de campaña no te has dado cuenta de quién sale sobrando mejor ni te emociones en ir a votar el dos de julio venidero.
¿Habrá en la campaña algo más sonado que lo del desafuero y compló pretendiendo descalificar a Andrés Manuel López Obrador y el silencio cómplice de éste, ante los video escándalos de sus ex colaboradores y compañeros de su mismo partido?
¿Logrará Felipe Calderón Hinojosa recuperar su vertical independencia de cuando renunció al Gabinete, y  perdida al alinearse ya como candidato con el presidente Fox y esposa  -ambos dos-  hundidos en el desprestigio del fallido cambio?
¿Qué de honradez, lealtad y decencia convincente proyectará Roberto Madrazo Pintado después del burdo affaire peor que el de “La Noche de los Cuchillos Largos” de solución gangsteril impositiva contra Elba Esther Gordillo y Arturo Montiel sus deshonestos compañeros de partido?
¿Qué algo tan impactante puede pasar para que se modifique el concepto actual de cada presunto votante?
¿Influirá en el electorado “la otra campaña” del sub comediante Marcos hoy auto rebautizado Delegado Zero quién lo más que ha logrado como guerrillero fue promover un transplante de riñón de la Comandanta “Ramona” años antes de que muriera?
Habrá que ir observando la conducta del general-brigadier Domiro García Reyes. Si manifiesta euforia, indudablemente resurgirá como jefe de protección de algún candidato en colonia lomastaurinera alguna a visitar.
Su infalible frase: “Señor Presidente, me lo mataron...”, fue justificante válido cuando Colosio y pudiera ser a futuro para minimizar toda falla protectora.
¿Se llegará al extremo de un asesinato para sacudir el marasmo campañeril?
A fin de cuentas, el Sistema político todo, bien puede presumir impunemente como en Macbeth de William Shakespeare: “¡Qué importa que llegue a saberse, si nadie puede pedir cuenta a nuestro poder!”

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