miércoles, enero 18, 2006

Ahora hay que comprometerse con lo social...

Tal parece que el exceso de injusticias sociales del mundo actual, ha hecho emerger en algunos personajes públicos encumbrados, el impulso participativo para dejar de ser algo más que la simple “voz del que clama en el desierto” en busca de soluciones colectivas.
Del solo recibir han pasado al dar, de la dicción a la acción, del verbo al hecho y del denunciar al erradicar.
El ameno escritor Germán Dehesa a través de sus columnas periodísticas cotidianas, ha enarbolado  –con más enjundia en años recientes-  diversas causas colectivas con resultados prácticos en beneficio de la sociedad misma.
Pregona, promueve y gestiona.
Involucró a particulares apolíticos con autoridades en la exitosa rehabilitación del bosque de  Chapultepec capitalino.
Recolectó víveres para damnificados en Chiapas y cobijas para los marginados “tarahumaras” de Chihuahua, amén de otros filantrópicos desempeños.
Lo último ha sido el reclamo tesonero a las autoridades correspondientes para esclarecer el persistente pero irresuelto caso de “Las muertas de Juárez”.
Con denuncia concreta contra el ex gobernador del Estado de México Arturo Montiel, actualmente y sin bajar la bandera, recolecta firmas de apoyo vía Internet, buscando enjuiciarlo por enriquecimiento inexplicable.
La tónica a seguir parece ser dejar de ser únicamente denunciante valeroso, sino también ejercer como participante  obstinado. Habrá que apoyar desde todos los frentes al buen Germán pues está comprobado que valientes periodistas han acabado muertos por denunciar ilícitos solamente, “cuantimás” este Quijote de la pluma-espada.
Otro caso semejante de denuncia pública pero con resultado adverso de represión oficializada para la denunciante es el caso de  Lidia Cacho Ribeiro, presidenta del Centro Integral de Apoyo a las Mujeres que a través de un libro-denuncia señaló al hotelero Jean Succar Kuri, como líder de una red internacional de pederastas.
Un amigo poderoso de este sujeto  llamado Kamel Nacif, empresario textilero conocido como “el rey de la mezclilla” ha influido negativamente sobre las autoridades poblanas que llevan ese caso inducido para perjudicar a la escritora detenida con alevosía, ventaja y abuso en demasía.
Por presión de los medios periodísticos se ha logrado disminuir la presión descarada contra la defensora de los derechos humanos y hasta acusada de tener presuntos nexos con el Ejército Popular Revolucionario.
Loable sería formar un frente de apoyo tepicense para manifestar una granítica postura de apoyo contra esa, la injusticia más reciente contra los medios informativos.
No basta sólo con exponer, ahora hay que comprometerse tangible y decididamente contra los abusos de poder.


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