TEMA PICHÓN

No, no se trata de un tema facilito como pudiera pensarse según el título del artículo sino más bien dificil por lo que implica criticar lo relativo a tradiciones populares arraigadas.
Las  procesiones religiosas siempre van a existir, ya sean a La Meca en Arabia Saudita, a San Juan de los Lagos o Zapopan en Jalisco o al Pichón en Nayarit.
La cuota intrínseca de sufrimiento respectivo es también inevitable, pero las consecuencias funestas por negligencia, pueden y deben evitarse.
Cuando no se combinan la circulación de vehículos y personas se han dado casos de asfixia por apachurramiento masivo como en La Meca y Zapopan. Un ordenamiento deambulatorio adecuado los ha inhibido o erradicado.
Lo dramáticamente doloroso e inaceptable, es que los peregrinos expongan sus vidas caminando por donde no deben. A San Juan de los Lagos convergen miles de andantes que invaden las carreteras respectivas y año con año, protagonistas de a pie mueren involuntaria e inevitablemente atropellados.
En Nayarit hace varios años hubo un atropellamiento masivo de peregrinos causado por un camión que cruzaba por el poblado de Santa Isabel. Varios peregrinos que caminaban al margen de la vialidad, resultaron muertos como resultado de la obnubilada confianza colectiva.
Más recientemente, una verdadera masacre causada por pesado trailer sin frenos marcó dramáticamente y para siempre la antes tranquila peregrinación a la iglesia guadalupana de El Pichón cercana a Tepic. La condición de autopista de alta velocidad combinada con la criminalmente tolerada presencia masiva de personas, escribió esa magna página negra en la historia regional.
Ante la proximidad de la fecha memorable doce de diciembre y tratando de ordenar la marcha respectiva, se toman medidas preventivas, rigurosas y estrictas pero ostentosas e inadecuadas si se sigue permitiendo la presencia de peregrinos en la referida carretera.
El libramiento de cuota y alta velocidad Tepic-Crucero San Blas debe ser eso, vía fluida y libre, merced al pago respectivo, y no debe verse invadido por los creyentes en marcha, bajo ninguna circunstancia, ordenación, condición ni justificación.
La carretera libre si debe convertirse como antes en ruta tradicional y segura al tolerar por su misma condición de gratuidad, las restricciones al respecto de parte de la Policía Federal de Caminos.
Permitir la inadecuada presencia en la autopista es un magno error, como también lo es la presencia protagónica del tepicense presidente municipal que ha mal invertido horas-funcionario en un asunto que compete a dependencias municipales específicas y de menor jerarquía resolver.