miércoles, febrero 27, 2008

De jotadas y tembladas...

Los homosexuales son responsables de la ola de sismos que ha sacudido a esta región desértica en los últimos tiempos porque Dios ya advirtió que no hay que “menear” los genitales donde no se debe, dijo este miércoles un diputado. Y echó mano de un documento antiquísimo para documentar su hipótesis esgrimida frente a los otros diputados reunidos en el recinto oficial respectivo. En Mexicali se han presentado más de cuatrocientos mini sismos y casi una decena de temblores cercanos a los cinco grados de la escala de Ritcher, en un lapso de dos semanas, pero ni por equivocación se ha adjudicado a tal sector de practicantes sexuales, la culpabilidad por tan frecuente sacudimiento terráqueo. De haberse relacionado una cosa con otra, ya hasta al poblado cercano Kilómetro 43 o lugar del epicentro, lo hubiera rebautizado la raza ocurrente como Kilómetro 41. Aquello de la presunta causa de los movimientos telúricos, como represalia divina por aberraciones sexuales, lo expresó Shlomo Benizri diputado religioso ortodoxo ante sus colegas diputados de la Knesset o Parlamento en Israel y basado en un texto que recoge la tradición oral religiosa del Talmud o libro doctrinal judío. De cualquier modo, los homosexuales mexicalenses no duermen tan tranquilos… al igual que el resto de zarandeados habitantes de la capital de Baja California que siguen “mosqueados” por tanta movida de piso. Lo que sí parece darse en ciudad “Cachanilla” es una competencia entre la naturaleza impredecible y los habitantes de la capital bajacaliforniana para definir cual parte logrará hacerla una ciudad fantasma. Doña Natura no cede en sus vibradas y la gente no aprende a convivir armónicamente con sus semejantes, pues un día cualquiera, la luz del sol cambia de tono a naranja por la nube de humo complementaria y la respirada del tóxico es obligada. En efecto, un día cualquiera, a un pendejo cualquiera le da por quemar la basura de su parcela agrícola, una de las decenas que abundan y cuando el viento arrecia hacia la ciudad; y otros semejantes en brutalidad, mantienen su firme idea de tener perros de pelea mata niñas -dos por Pit Bull en una semana- en sus hogares; y otros canófilos idénticos en pendejez que los sueltan a la calle para que muerdan y defequen al aire libre, y una vez secas las heces, se volaticen en el aire a respirar; y los que manejan como locos y con su teléfono celular en mano de pilón, volcándose en calles y distribuidores viales; y los que se estacionan arriba de las banquetas obligando a caminar por el arroyo vehicular con el riesgo respectivo; y los que van a toda carrera por calles sin pavimentar levantando una polvadera de la jodida, y los que queman la basura a diario luego de juntarla para evitarse guardarla y ponerla al paso del camión recolector; y ¿qué parte, en la desquiciante competencia en Ciudad Rancho Grande, Baja California, finalmente ganará?

No hay comentarios.: