jueves, abril 20, 2006

Publicar sus opiniones, costó la vida al “Gato”…


En esa mañana lluviosa en Tijuana, Héctor Félix Miranda (a) El Gato salió de su casa, abordó su Ford LTD y enfiló hacia su oficina donde escribía casi siempre en carrera contra el tiempo, su columna periodística de estilo humorística, sarcástica y de sátira descarnadamente feroz.
Una semana antes, burlándose del entonces candidato presidencial Carlos Salinas de Gortari escribió lo impensable en ese tiempo contra el ungido nuevo semi dios. Por su condición caricaturesca lo expuso al escarnio público escribiendo: “Si se tarda más en nacer, hubiera sido más bien Carlos Salido del Atari” (video juego pionero con pac man y otros mounstritos). Y remató con el incipiente tema tabú: “Si ya mató una “gata” (sirvienta) espero que no le de por matar “gatos” (en referencia a sí mismo).
El originario de Choix, Sinaloa y de oficio contador, comenzó a trabajar en 1970 en el departamento de Administración del periódico Baja California. Luego se inició en fotografía periodística, escribió sobre deportes, se relacionó con Jesús Blancornelas con quien fundó el periódico ABC donde emergió como critico fuerte contra políticos, empresarios, periodistas y líderes sindicales.
El gobernador en esa época Roberto de la Madrid Romandia, amigo íntimo por complicidades nefastas previas con el entonces presidente José López Portillo, movió los hilos del poder provocando una huelga sindical contra sus opositores diaristas, maniobrando al grado tal de expropiar el medio impreso.
El periódico cerró. Después Félix y Blancornelas iniciaron su nuevo semanario Zeta que imprimían en San Diego, California y transportaban a Tijuana para su venta. Con trabas aduanales, el gobierno estatal les seguía hostigando, pero ellos mantenían su línea opositora de siempre.
Su amena, divertida y burlesca columna era esperada cada viernes por un público ávido de chismes-verdades aderezados ingeniosamente. Se hizo popular y los personajes encumbrados buscaban su amistad primordialmente para evitar ser atacados.
Jorge Hank Rhon llegó a Tijuana para administrar el Hipódromo Agua Caliente, concesionado a la familia por parte del gobierno federal durante muchos años. La influencia política de su encumbrado padre Carlos Hank González iniciada desde el echeverriato y vigente hasta mucho después de esos tiempos, era capaz de lograr eso y más.
En ese entonces el magno escenario con sus competencias ecuestres estaba en todo su apogeo. Las hordas de turistas deseosos de apostar a las carreras de caballos y galgos abarrotaban el lujoso local. El columnista “Gato” Félix y el neo residente millonario Hank Rhon, se hicieron muy amigos, y el escritor lo halagaba constantemente en su columna semanal.  
Meses antes de su muerte  -fracturada y disuelta su relación amistosa- el “Gato” Félix atacó inmisericorde cada semana a Hank Rhon. Cada vez más radical y burlesco en sus escritos, hacía referencia despiadada sobre  una supuesta desviación homosexual de su ya declarado enemigo.
Ese día 20 de abril de 1988 manejaba su carro por la calle poco frecuentada en su ruta hacia las oficinas del ya exitoso semanario Zeta. Un automóvil Trans Am por delante lo forzaba a ir despacio, por detrás una pequeña camioneta lo alcanzó encajonándolo.
Al rebasarlo la pick up, por la ventanilla del acompañante salió el cañón de una escopeta cuata que con dos disparos a corta distancia terminó con la vida del sorprendido periodista matándolo instantáneamente. Al día siguiente se dio la más grande  manifestación callejera multitudinaria de periodistas y sociedad civil en la ciudad. Los muy indignados protagonistas exigían el esclarecimiento  inmediato del caso.
El gobernador bajacaliforniano Xicoténcatl Leyva Mortera de nefasto desempeño, se vio forzado a investigar exhaustivamente para recuperar credibilidad ante la sociedad civil. Ofreció una abultada recompensa de 100 000 pesos (cuarenta y cuatro mil dólares) para quien diera luz al respecto.
Se localizaron los dos vehículos en los terrenos del Hipódromo Agua Caliente y diez días después la policía arrestó a Victoriano Medina Moreno y lo acusó del asesinato. Medina confiesa e implica a su jefe de la oficina de seguridad del centro de apuestas, Antonio Vera Palestina, que se dio a la fuga.
Jorge Hank Rhon, ofreció una conferencia de prensa negando su participación en el crimen. La policía registró el hipódromo y no encontró evidencias que lo relacionaran directamente. Jesús Blancornelas socio del asesinado manifestó su inconformidad puntualizando:
"Lo que podemos hacer, y hemos hecho, es una investigación periodística. Así es de sencillo. Los automóviles eran del hipódromo. Los asesinos se fueron de la escena al hipódromo. Las armas que se usaron eran del hipódromo. Los asesinos trabajaban para el dueño del hipódromo. Si algo tiene patas de pato, pico de pato y grazna como pato... es que es pato".
Por seguimiento al caso de parte del gobernador panista Ernesto Rufo, el fugitivo Antonio Vera fue arrestado dos años después en Los Ángeles, California, deportado y encarcelado en Tijuana. Se le sentenció a 25 años de cárcel y ahí se estancó el caso, al considerarlo a él como autor intelectual.
La sospecha sobre Jorge Hank Rhon está vigente hasta la actualidad. Jesús Blancornelas en su semanario Zeta, ha dejado la página del occiso “Un poco de algo” con un mensaje de reclamo permanente a los subsecuentes gobernadores de Baja California, y de quienes sospecha que fueron frenados para no llevar hasta sus últimas consecuencias por Carlos Hank González padre de Jorge Hank Rhon.
Actualmente éste político es presidente municipal de Tijuana y pretenso candidato a futuro para gobernador aún cuando la opinión pública lo considere involucrado en el sonado crimen.
Los ácidos epigramas y demás, solo quedaron como recuerdo…
Usó su pluma por lanza/ él que era gato, no can/ dicen que en paz no descansa/ que imita a un ganso jank jank                                    
VEINTE DE ABRIL ANIVERSARIO LUCTUOSO DE FÉLIX “EL GATO”
Viviendo el incidente necrológico Tijuana estupefacta despertó  ese  abril
balacera  ruidosa  interrumpió  lluvioso  amanecer,  
nuestro  incisivo  “venenoso”  escritor,  resultó  siniestramente  
acribillado, realizadas investigaciones obtuvieron  la  ubicación:  
caballerizas  tijuanenses. Unos ominosos sujetos o desalmados
especimenes felicitados efusivamente líder intelectual.
Xico era lacra Gobernador. Aciago tiempo oscurantista  
               

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