Tienes dos meses cruciales para lograr el éxito en las elecciones presidenciales de 2006. Si verdaderamente quieres ser el próximo Presidente de México debes llevar a cabo las siguientes acciones:
a) Desligarte total y radicalmente de todo nexo con el actual presidente Fox y por ende de la perniciosa y nefasta influencia de su señora esposa.
b) Alzarte por encima del partido que te postula y por consecuencia de su dirigente Manuel Espino. A estas alturas el PAN debe estar bajo tu férula y no al revés como por desgracia se está comprobando.
c) Comprometerte por escrito y respaldando con tu firma, que no habrá impunidad alguna en los ilícitos cometidos por los actuales funcionarios y gobernantes ni por los familiares que lucraron criminalmente con el tráfico de influencias, así se tratare de los hijos de la hoy primera dama del país.
d) Adoptar un papel independientemente radical, que deje ver una autonomía férrea, un carácter decidido, digno de visionario convencido que es lo que le urge al país; no de aparente subordinación al ejecutivo o al dirigente de tu partido con el fin único de ganar la elección.
Aceptar, asimilar, digerir y convencerte que el ansiado cambio pleno de esperanza no se dio. Con esa premisa del cambio fallido, identificarte y coincidir con los electores al compartir con todos la inconformidad por ello y renovar juntos la esperanza del “ahora sí” y en contra incluso de quien lo prometió y falló.
Desligándote completamente del lastre presidencial lograrás lo que ya tienen los otros dos contrincantes -los de los partidos zurrapita no cuentan- ellos por sí solos destacan ya más que sus respectivos partidos. Tú todavía no.
Los futuros votantes cruzarán la boleta electoral pensando primordialmente en el personaje y marcando como consecuencia secundaria el logotipo del partido que los respalda en las boletas y el logo panista causa ya repudio por el nexo oficial blandengue.
Como cruel coincidencia; Vicente Fox ganó superando con su personalidad y desligándose del propio PAN. Tú perderás inevitablemente si no haces lo mismo. Te urge emerger en importancia por sobre el instituto blanquiazul y hasta opacarlo inclusive.
Identificarte todavía con un presidente de la nación que virtualmente y por nefasta influencia conyugal dejó de serlo de un medio año a la fecha, te está causando un desgaste y un desprestigio tremendo. Si cuando renunciaste a tu cargo federal y buscando la candidatura, cortaste todo lazo de unión con él, no se ve razón alguna por lo que no puedas hacerlo actualmente, máxime si está dando al traste con tu candidatura.
Los votantes deben sentir que sufragan por ti y no por el partido que decepcionó con su fallido primer presidente de la república.
Si sigues por el hasta tu hoy equivocado camino, mañana resígnate a ver con la banda cruzada al pecho al pre desaforado de ayer…
Convicciones: Políticos vs. Ciudadanos
Hace 1 año.
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