Frente a una vida y obra valiosas, el Centro Estatal de Cultura y las Artes en Nayarit bien puede documentar su razón de ser, promocionando a los valores nayaritas genuinos y publicando sus obras. El Cisen tiene una oportunidad magnifica en charola de plata.
Nacida en el Mineral de “El Motaje”, Municipio de Acaponeta, Nayarit el 26 de noviembre de 1929, Alejandrina Medina Rueda experimentó durante toda su vida la necesidad de sentirse amada y encontró la fuente de amor en la enseñanza.A los doce años, siendo una estudiante del sexto grado en la escuela “Rafael Buelna” de Tecuala, fue invitada a participar como maestra de grupo de Primer Grado gracias a su madurez intelectual, vocación y carisma. Esta invitación obedecía a la fuerte demanda de profesores que en esa época se presentaba.El Director del plantel Enrique Hernández Zavalza, no se arrepintió nunca de su intuitiva y acertada decisión. El permiso se obtuvo de sus padres adoptivos Lino Medina y Antonia Rueda; quienes al no procrear descendencia propia, habían criado dentro de un sistema rígido y conservador, a esa muchachita morena, sumamente delgada, de ojos expresivos y blanca sonrisa… Más tarde ella comentaría a sus hijos y amigos: “No fue difícil, mi casa estaba enfrente de la escuela. Mi mamá vigilaba que regresara durante el recreo de los niños a limpiar la casa”. En el mismo ambiente magisterial, ella encontró a quien sería, más tarde, el compañero de toda su vida, el maestro y deportista Eugenio Rodríguez, apodado “Zavaleta” por su estilo en el juego de beis bol. Con él procreó seis hijos, todos, posteriormente dedicados a la profesión de la enseñanza.Las necesidades de tipo profesional y familiares, llevaron a Alejandrina y familia, a peregrinar por escuelas de la costa nayarita, sembrando a su paso la semilla del conocimiento en generaciones de niños y niñas de Acaponeta, Tuxpan y Santiago Ixcuintla. Ya en Tepic, ella tomaría los cursos formales en la Escuela Normal Urbana, para así convertirse en maestra certificada. Establecida en la capital del estado, se le asignó como maestra de Educación Pre-escolar en el Jardín de niños “Federico Froebel”.Esta nueva experiencia reforzó en Alejandrina su pasión por el magisterio pues el contacto con los niños de tan tierna edad, refrescó su creatividad artística y resarció de manera tangible y contundente, la dura primera infancia que la maestra Medina había vivido.Todo ese caudal de emociones guardadas, se proyectaron en una labor de amor y ternura hacia los pequeños educandos que, con gozoso regocijo asimilaron los preescolares en desventaja económica de las zonas marginadas de la ciudad. Cantos, juegos e ingeniosas poesías rimadas, emergieron de lo más sensible de su alma. Fueron el regalo invaluable para esos espíritus tiernos y ávidos por descubrir el mundo.
En 1967 al enviudar, enfrentó con estoicismo su enorme responsabilidad para mantener y educar por sí sola a sus hijos sin descuidar su desempeño como educadora. Fue fundadora y directora del Jardín de Niños “Josefina Ramos” de la colonia El Rodeo.
Digna, solidaria y respetuosa compañera de trabajo; apoyó y orientó a las maestras de nuevo ingreso. Entregó sin reservas su amistad y ameno trato a quienes la conocieron y conversaron con ella, creando de esta manera un modelo del maestro genuino y entrañable.Su entrega al servicio educativo acrecentó su imagen de profesionista cabal y su calidad humana la practicó alojando en su hogar a docenas de jóvenes que no podían terminar su educación básica en sus comunidades de origen y hubieron de trasladarse a la ciudad de Tepic a concluir estudios.
A sus dos pequeños libros de poesías infantiles aún no publicados, se agrega un recetario de cocina inédito también, que combina su nostalgia por la costa norte de Nayarit con su generosa gente; con el sazón inconfundible de los platillos típicos de tan alegre región.
Después de servir al estado nayarita como una educadora de convicciones y espíritu inquebrantable, se retiró de las filas magisteriales cuando ya su salud minada desde siempre por frecuentes migrañas reclamaba un impostergable descanso. Por complicaciones diabéticas, falleció hace 29 años el 30 de octubre de 1987.
Su hermosa sonrisa quedó ahí, en la memoria de sus educandos y compañeros. Su voz y su mensaje de dulzura trasciende hasta nuestros días, su: “Ofrece cada día tu mejor lección: Amar la vida y amar el conocerla; ir por el mundo con todos sus sentidos alertas para descubrirla…eso es aprender. Eso es ser maestro” sirve de consejo fundamental al nuevo mentor, motivándolo a darse plenamente en su magnífica y renovadora misión, con apostólica entrega.“Como maestro y como padre, empéñate más en inculcar en tus alumnos y en tus hijos la pasión por aprender, más que el enseñarles a memorizar fríos datos y mecanizadas prácticas”. Filosofía de Alejandrina Medina Rueda una madre y maestra ejemplar cuyos conceptos pone en práctica el mentor Hugo Humberto Rodríguez Medina uno de sus dignos herederos.
Convicciones: Políticos vs. Ciudadanos
Hace 1 año.
1 comentario:
Don Polo, me da pena molestarlo, pero me la aguanto. Mi nombre es Ernesto Lora, y quiero formular un programa de divulgación de la cultura de Acaponeta Nayarit. Y de quién si no de la gente que la elabora a diario. Es el caso de la Maestra que Ud. comenta. Me podría proporcionar más datos. Mi correo electrónico es,
rlora@ceti.mx
Muchas gracias.
Ernesto Lora
Publicar un comentario