Primer acto: Aparece el Club Campestre Nayar de Tepic con problemas de discrepancia entre socios. La crema y nata de tan exclusivo campo de golf ve con malos ojos la inclusión de un periodista chafa, problemático, megalómano y acomodaticio, que de ser lo contrario, simplemente no andaría incursionando en esas asociaciones caras, elitistas y mamonas por no decir de fatuidad ofensiva en un estado tan jodido en todos aspectos.
A la burla, escarnio y befa expuestas por el rechazado en los medios, algunos socios responden con una sacadita de lengua y el retiro de la palabra hacia el sicario de las teclas. También se sugiere la expulsión definitiva, pero permitiendo –imitando las reglas de no tocar a la familia, practicadas por los grandes mafiosos- el ingreso a las instalaciones al resto de sus más cercanos familiares. Otros deciden no acudir a las prácticas y eventos con tal de no convivir con el indeseable.
El maximizado mini lío provoca que el club de marras, pierda gran cantidad de dinero y ve minada su convivencia armónica con ese tipo de faramallosas regadas mejor conocidas entre la raza populachera como “panchos”.
Segundo acto: Un pitcher de beis bol del país más rico del mundo, compra su aeronave, toma clases de aviación, y buscando obtener su licencia de piloto se avienta a volar sobre la ciudad de Nueva York.
Su magistral experiencia para lanzar bolas contra equipos de las Grandes Ligas se ve eclipsada por su inexperiencia aeronáutica y estrella su nave contra un edificio de apartamentos de quince pisos. El resultado es: cuatro personas muertas, incendiados varios departamentos, once bomberos heridos, alarma en toda la nación tan “quemada con jocoque que hasta la leche le sopla” y gasto de miles y miles de dólares al activarse aviones caza que sobrevolaron el sitio ante la sospecha de un acto terrorista. Un “Mr. Pancho” carísimo en billetes verdes que minó la confianza pública ante aéreo percances.
Tercer acto: Aparece la Sección 13 del Sindicato de Mineros de la República Mexicana acordando la suspensión definitiva del rescate de sesenta y cinco mineros atrapados y muertos a principio de año en Pasta de Conchos, Coahuila.
El balance por la tragedia que pudo haberse evitado, resultó elevado en vidas y costos. El “pancho” por descuido en medidas de seguridad en Pasta de Conchos, resultó muy caro y el sindicalismo vio minada su influencia ante los trabajadores.
¿Cómo se llama la obra? “ MINA Y COSTO DE “PANCHOS”
Convicciones: Políticos vs. Ciudadanos
Hace 1 año.
1 comentario:
La verdad es que el comentario respecto a LA NACHA PALACIOS, mote magistralmente concebido por el PIPIRIPAU con el que se conoce al periodista LUIS IGNACIO PALACIOS BEAS, es cierto.
Me han contado que desde aquel episodio LA NACHA PALACIOS juega golf con su esposa TERE QUEZADAS únicamente, pues ninguno de los otros grupos de jugadores lo admiten.
LA NACHA pasa por ser un tipo sangrón, mitómano y lo peor de todo es que sus scores son bastante malos.
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