¿A la reunión de la Confederación Nacional de Gobernadores, no invitaron al presidente Vicente Fox o él con su desparpajo característico prefirió desviar los reflectores hacia quien habrá de sucederlo?
Tan se esperaba la presencia del todavía primer mandatario de la nación, que un periódico tepicense ausente del acto, de plano publicó una foto de una reunión anterior similar con Vicente Fox presidiéndola.
Es nacionalmente aceptado que el presidente panista cubrió con el manto de la desilusión al país azteca todo, pero no por ello se justifica un adelantar vísperas. Sus desaciertos en secuencia penosa, hilvanaron un rosario de abundantes cuentas vergonzosas. Su incongruencia al quejarse de los perredistas irrespetuosos de la investidura presidencial que tomando la tribuna del Congreso le impidieron leer su informe anual sobre las condiciones reinantes en la nación, fue su más reciente derrape público ¿Con qué cara pudo reprochar quien barrió y trapeó con la susodicha investidura?
Desde su toma de posesión inició mencionando a sus familiares, anteponiéndolos al formal procedimiento institucional. Saliendo de ese acto histórico gesticuló infantilmente frente a las cámaras televisivas nacionalmente enlazadas que transmitían en vivo. Narrar las posteriores ocurrencias indignas de su encumbrado papel como presidente abarcaría varios tomos, pero las más notorias “perlas” de frases racistas y sexistas flotan permanentemente sobre el país que no captó a tiempo que ése sería su prometido cambio. Ni las tragedias nacionales se libraron de ese desubicado “hacerle al chistosito”. Al anunciar apoyo pleno a los damnificados chiapanecos por el huracán Stan, creyó presumir su más ingeniosa frase: "San Stan les hará el milagrito de dejar mejor el estado". Pretendiendo defender a los ilegales en Estados Unidos soltó su: “Hacen trabajos que ni los negros quieren hacer” y ante empresarios chacoteó burlescamente con su referencia hacia las mujeres en su desempeño doméstico evocándolas como “lavadoras de dos patas”. Lo dicho. Varios tomos.
Se debió condicionar la reunión de gobernadores a la presencia presidencial del titular vigente. Se hubiera evitado cuando menos el trago amargo de las protestas perredistas con descalabros incluidos. De seguro el presidente en activo presumiría el tema de la Escalera Náutica tan turísticamente acorde al tema de la reunión. Convivir con quien oficialmente todavía no funge como representante del Poder ejecutivo, sólo denotó un convenenciero manipuleo político a futuro que acarreó descontentos. Los rencores post electorales de unos gobernadores constitucionales que debieran actuar al margen de partidismos, se volcaron hacia un candidato ganador con constancia de Presidente electo que no tenía por que presidir el evento.
Conociendo plenamente la problemática política actuante, la Presidencia de la República no debería ceder espacios que solo perjudican al Presidente electo. Éste debería permanecer alejado de todo acto que no le corresponde presidir o presenciar, lo mismo conferencias que “informes” o “gritos”, no es en esa forma como adquiere fuerza, sino por el contrario, la pierde. Deja ver un mal síntoma, un manipuleo impositivo del mandatario actual hacia el aún vulnerable sucesor que todavía no ve llegar su emancipador primero de diciembre.
Convicciones: Políticos vs. Ciudadanos
Hace 1 año.
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