Pasado mañana jueves 30 de noviembre, concluye el fallido sexenio foxista y como despedida, se sigue perjudicando al estado nayarita con disposiciones de última hora. Ya, al mal sabor de boca por la imposición del nombre “Leonardo Rodríguez Alcaine” a la presa “El Cajón”, se agrega uno nuevo.
El lío oaxaqueño con medio año de persistencia entró -al parejo que el sexenio de Fox- en su fase final. El gobierno federal saliente ya procedió a escarmentar a los rebeldes citadinos con aprehensiones y reclusiones radicales, y no encontró mejores ergástulas para mantenerlos presos, que las ubicadas en el Centro Federal de Readaptación Social número cuatro de esta entidad cora. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal informó que 141 personas detenidas por los hechos violentos del pasado fin de semana en Oaxaca fueron trasladadas al penal federal de San José del Rincón, en Nayarit.
Ya el gobierno estatal respingó por el envío de algunos militantes del movimiento popular detenidos en la capital oaxaqueña, quienes son acusados de actos vandálicos y considerados -según la forma de trasladarlos- de alta peligrosidad. La petición oficial de regresar a los asegurados a su lugar de origen es por temor a que inoculen con el virus de la disolución social a la tranquila sociedad nayarita.
Bien por esa postura acorde a la designación de Estado Libre y Soberano de Nayarit y mucho mejor si se sostiene hasta lograr el objetivo dignificante. Y ya encarreradas en la lucha depurativa, bien pueden las autoridades respectivas, solicitar la desaparición del penal federal Islas Marías y recuperar para el estado el estratégico archipiélago e incorporarlo al plan turístico como un peldaño más de la proyectada Escalera Náutica.
Caro salió –según se observa- mantener “buenas relaciones” con el presidente Fox. La basura social por nombramiento o por encierro, fueron impunemente enjaretadas al territorio cora. La presa generadora de fluido eléctrico “El Cajón” –que no “Güera Rodríguez”- en el municipio de Santa María del Oro -el territorio mismo que vio nacer a Esteban Baca Calderón el héroe revolucionario de la huelga de Cananea hace un siglo- se hizo porqué así convenía a la Comisión Federal de Electricidad y nada hay que agradecerle al representante del poder Ejecutivo.
Igual pasó con la de “Aguamilpa” que no fue graciosa concesión del presidente Echeverría que la inició, ni de Carlos Salinas que la concluyó veinte años después. Fueron resultado de la orografía propia de la sierra nayarita y el complemento del caudal del río Santiago, ideales para ese tipo de obras y la generación de energía de origen hidroeléctrico.
La CFE está usando y abusando del entorno estatal para sus intereses y de pilón todavía, no concede al estado ni siquiera la opción de seleccionar el nombre de la presa. Queriendo ganar adeptos y dar una imagen de presidente obrerista o comprometido con la clase trabajadora, Fox -como siempre errado- impuso al embalse, el nombre de un desprestigiado ex líder nacional de la Confederación de Trabajadores de México, en un contrasentido irracional semejante a designar al depósito de basura más grande del país con el nombre de Juan Pablo II.
Si de cambiar el nombre se trataba, ninguno fuera más certero como cambiarle tan solo una letra a “El Cajón” y con ello, ubicar de paso por los siglos de los siglos, el sexenio foxista de fallido resarcimiento.
Establezco sin plebiscito alguno, sustituir la J por una G y con ello recalcar ante el mundo que cite a la presa “El Cagón”, como fue que existió un estadista mexicano chafa que la cagó en todos y cada uno de los días de su malogrado periodo presidencial.
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Hace 1 año.
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