Hay de militares a militares.

En un sistema de gobierno como el mexicano donde se privilegia el patriotismo inculcado a todo integrante de las fuerzas armadas, el resultado es con saldo altamente a favor, y la nueva tónica implantada por el gobierno federal al darle facultades al Ejercito nacional para combatir radicalmente al crimen organizado, es atinada.
El general de división D.E.M. Sergio Aponte Polito comandante de la Segunda Región Militar con sede en Mexicali, Baja California dio a conocer una carta pública con acusaciones directas contra integrantes corruptos incrustados en los sistemas policiacos estatales y regionales.
A petición pública y expresa de Romel Moreno Manjarrez, Procurador General de Justicia en Baja California sobre dar a conocer pruebas de corrupción policiaca, el General Aponte Polito dio a la publicidad su contundente respuesta a través de los diversos medios de difusión.
Hubo de remarcar su vertical postura de servicio a la sociedad civil para no dejar duda sobre sus señalamientos: “Inicialmente, hago de su conocimiento que soy un militar que durante toda mi carrera profesional, me he esmerado en realizar mis actividades con entusiasmo, responsabilidad, eficiencia y honestidad; pero además, en mi contacto con la sociedad, expreso mis ideas con claridad, veracidad y entereza; motivo por el cual, me he ganado la confianza y respeto de mis compañeros de armas; así como la credibilidad y apoyo de la población civil, sobre todo en las acciones realizadas contra el narcotráfico, la corrupción y la impunidad, debido a que son actividades que causan graves daños a la sociedad mexicana; por lo antes señalado, el hecho de no dar respuesta a su solicitud dañaría severamente la credibilidad que he obtenido debido a muchos años de esfuerzo, privaciones y riesgos” para después, acusar incluso a asesores de la propia Procuraduría General de Justicia de Baja California de tener nexos con el crimen organizado.Tan contundentes declaraciones documentadas con casos concretos son una abolladura a la imagen de las diversas corporaciones y solo resta esperar una verdadera limpia de parte de las autoridades civiles correspondientes para que tal postura militar no derive en enfrentamiento de las fuerzas civiles y militares que sólo beneficiaría a los criminales.
Cabe resaltar el hecho de que la sociedad civil tiene gran confianza en las fuerzas combativas castrenses del General Aponte Polito, pues tan distinguido militar inició con el pie derecho al proporcionar números telefónicos para denuncias anónimas que han redituado en sonadas aprehensiones. Tan efectiva técnica le ha permitido conocer sobre efectivos policiacos que protegen: a polleros o traficantes de personas, a narcomenudistas de “tienditas”, a asaltantes de bancos y de cajeros automáticos, a usuarios de pistas de aterrizaje, y otros que actúan como escoltas de criminales o que rentan sus patrullas para el traslado de droga.Sin duda, la convicción patriótica bien asimilada por los buenos elementos militares mexicanos da buenos resultados y contrasta con el mundo castrense de maleada levadura, pues tan solo en Estados Unidos de Norteamérica, se suicidan a diario un promedio de dieciocho veteranos militares por daños emocionales derivados de una formación guerrista más que patriótica. Hay de militares a militares.