jueves, abril 10, 2008

De nayaritas politicastros mitotes...

¿Y donde está el piloto? reza el título de una película cómica sobre las peripecias de pasajeros en un avión casi a la deriva. Por asociación de ideas, la interrogante aterriza en el aeropuerto Amado Nervo, apenas rozando por sobre la torre de control, sede del mando aeronáutico y alcanzando a descaraperarla con el chiflón escandaloso formado.
Tal pareciera que los recientes nombramientos a los secretarios de Planeación y de Salud en el estado dados a conocer por la secretaria General de Gobierno Cora Cecilia Pinedo Alonso, constituyeron un madruguete político. La aparentemente nula intervención en el asunto por parte del titular del poder Ejecutivo pudiera malinterpretarse.
El rollo insulso soltado por parte de ésta funcionaria, incrementa la sensación de poder gubernamental disminuido. Loar al máximo al titular renunciante de la Secretaría de Planeación sin hacer nada por retenerlo dado que según dijo: “en todo momento ha demostrado capacidad y compromiso en el desempeño de sus responsabilidades. Siendo la Secretaría de Planeación el motor de la actual administración, Pablo Montoya laboró con excelencia al frente de ella” y no exigirle que continuara al frente de la dependencia, habiendo sido tan valioso su desempeño, equivale a sólo palabras soltadas al viento.
El arribo del doctor Omar Reynozo Gallegos a la dirección del Sector Salud estatal desde la dirigencia del Seguro Popular, no llena a cabalidad las expectativas de una sociedad que sabe diferenciar la titularidad de una y otra dependencia. Desempeñarse ante un depauperado sector reclamante específico para nada se compara con el amplio mundo de la salud integral estatal. Habiendo profesionales de la medicina más preparados o con antecedentes de desempeño exitoso en empresas parecidas, da la impresión de un mouriñazo -por prematuro ascenso- de huarache.
De por sí, la renuncia masiva de diputados, la de veinte funcionarios del ayuntamiento de Tepic y las de otros chapulines centaveros en fechas pasadas, son un desdoro para la imagen política del estado. Los enroques intrascendentes, más el cochinero electoral que se avecina, harán voltear los ojos del país hacia tierra cora. ¡hay 7 de julio post electoral, como tardas en llegar!

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