Atosigado por la alharaca de radio y televisión, el día de hoy, un hijo mío me ha preguntado: ¿Papá, qué es la libertad de expresión?…y a los niños, la verdad, porque sino es peor.
Después de un suspiro más hondo, que el mar de fondo en los asesinatos de muchos periodistas a lo largo y ancho del país y desde hace tantos años, díjele: En un principio, Dios creó los cielos y la tierra. Luego al hombre, al que dotó de inteligencia para que fuera el “Rey de la Creación”.
Para que diferenciara el bien del mal, rigiera sus actos, y actuara preferentemente hacia lo bueno, lo proveyó de una conciencia racional que lo hiciera obrar en consecuencia.
Evolucionando ya en sociedad, ésta misma dio origen a los órganos de difusión, para comunicarse y compartir ideas, conocimientos y noticias. Principalmente el periódico impreso, ha sido esa parte critica que juzga, hace meditar al receptor y sobretodo orienta, buscando las vías para mejorar la conducta de la sociedad misma.
Ahora mal, así como en el principio divino, aparejado a la creación, surgió una falla de conciencia según el pasaje bíblico del quijadazo de burro de Caín contra su fraterno receptor Abel, y del cual todos tenemos amplio conocimiento; igualmente, en la sociedad, su conciencia plasmada con caracteres escritos en papel, ha fallado.
Actualmente, y particularizando sobre nuestra sociedad mexicana, se ha observado que la parte mala de la misma, personificada por el poder político, ha engañado, sobornado, confundido y contaminado de corrupción a su conciencia, mediatizándola y habituándola a creer que se hace el bien…actuando mal. Igualito a una prostituta que le da por hacer obras caritativas.
La libertad de expresión es una frase aplicable al reclamo de los honestos medios de difusión por conservar su autonomía, independencia, ecuanimidad, verticalidad y fuerza de crítica, para aplicarla en beneficio y mejoría de la conducta social.
Por desgracia la mafia política que subyuga a toda la nación, en complicidad con los mercaderes de muchos medios difusores, ha tergiversado los fines y esencia de tan suprema aspiración, y la han reducido y rebajado a la condición de pretexto público para elogiarse mutuamente cada siete de junio que es la fecha designada, pero que bien pudo ser el dos de noviembre día de los Muertos, el catorce de febrero día de los Novios y por amplitud de interés comercial también del Amor y la amistad, o el veintiocho de diciembre día de los santos Inocentes en nuestro pachanguero calendario festivo.
Este día de la “Libertad de Expresión”, se comienza por rendir homenaje público mediante una “guardia de honor” de dichos especimenes ante alguna estatua representativa, preferentemente de Francisco Zarco, que por su misma condición de inamovilidad, no puede zafarse, repeler, ni protestar por tan denigrante acto. Después, para ratificar que por el estómago se controla al “periodista”, los mafio políticos, otorgan premios en efectivo al desempeño “destacado” de los escritores y difusores, y patrocinando también un costosísimo agasajo para los mafio comunicadores, y ya al calor de las copas y de algunos otros estimulantes, se juran mutuo amor eterno, por los siglos de los siglos…
Al terminar mi explicación, me di cuenta de la profundidad del sueño de mi hijo, deduciendo que ya tenía mucho rato dormido. Al día siguiente, bombardeado todavía por los presuntuosos rescoldos de la alharaca de radio y televisión, volvió al acoso: Papá ¿Qué es la libertad de expresión?…
Acordándome con una cita aplicable, identificable o acorde al desempeño del periodismo corrupto, le respondí: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”…
Por la mirada inquisitiva, sospecho que pensó: ¡Vaya forma de hacerse pendejo!
Convicciones: Políticos vs. Ciudadanos
Hace 1 año.
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