Qué cosas tiene la vida, Mariana. El balazo en la cabeza, al salvador Cabañas, derrumbó completamente sus logros y terminó para siempre con su notorio desempeño en los diversos campos de la república mexicana. Sus sueños de éxito pleno, quedaron truncos para siempre.
Sus seguidores y simpatizantes maldijeron intensamente, al autor de tan violenta acción que postró a su ídolo. Su decepción y dolor colectivo son manifestados en algunos poco visitados sitios internéticos.
Tan famoso por su astucia y habilidad para burlar la defensa penetrando en el campo enemigo, como por sus disparos contundentes contra el pasmado bando contrario. Por desgracia, todo ello jamás volverá a repetirse.
Por convenir a sus intereses, se considera que los múltiples medios informativos nacionales, no dieron la cubertura amplia, debida y merecida sobre el abatimiento de Cabañas. A la fecha, son casi ignorados los detalles de la vida y obra trascendentes de tan bienintencionado personaje, y se corre el riesgo de que sus hazañas revestidas de una pureza ideológica sincera en beneficio de las mayorías, sean ignoradas por la mayoría de los mexicanos.
Y pensar que todo se originó por causa de una vieja gacha que fue corrida, y a la oposición de irse también, por parte de dos que tres incondicionales de la misma. En su momento, Cabañas se opuso a sus abusos, en su arenga frente a los asistentes congregados previamente en un amplio lugar público, y al pretender acallarlo, a un agente policiaco infiltrado, se le escapó un tiro que desató una magna confusión con ráfagas policiales hacia indefensos; una huída precipitada, una furia colectiva y una radical rebeldía posterior que lo hizo remontarse a la sierra, asestando posteriormente, duros golpes al ejército en emboscadas certeras.
Las expropiaciones o asaltos a bancos y secuestros para allegarse fondos por rescates cobrados, reforzando con ello el poder de su organización, lo hicieron entrar en los anales de la historia.
Artículos periodísticos poco vistos, corridos musicales y un largometraje documental poco difundido, narraron lo relativo al infortunado personaje nacido a la acción armada a raíz de un mitin para destituir a la directora de una escuela en la sierra guerrerense donde también daba clases como profesor de Primaria Lucio Cabañas Barrientos el hoy frustrado salvador del México de los años setentas.
Nació en El Porvenir municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero el 15 de diciembre de 1936 fue nieto del general Pablo Cabañas que se rebeló al ser asesinado Emiliano Zapata y contemporáneo de Genaro Vásquez Rojas otro combativo maestro insurgente de la misma zona guerrerense, también segregado de la historia oficial. Fundó el guerrillero Partido de los Pobres y su Brigada de Ajusticiamiento en contra del sistema capitalista, pretendiendo establecer entre otros puntos que:
“Serán expropiadas la prensa, la radio y la televisión, ya que constituyen un instrumento más de poder de la burguesía para someter y enajenar al pueblo, deformar la verdad, crear falsos valores morales y culturales, aumentar sus ganancias y riquezas. Al ser expropiadas la prensa, la radio y la televisión, el estado y el Gobierno revolucionarios se encargarán de transformar la orientación y el contenido de esos medios masivos de información y comunicación, cuyo fin fundamental será orientar, educar y elevar la conciencia y la moral revolucionarias del pueblo y ayudar a la formación del hombre nuevo.
Los grandes propietarios de viviendas serán expropiados de ellas, y sólo se les permitirá lo necesario para vivir dignamente. Las mansiones de lujo, los hoteles, moteles y centros vacacionales, hoy en poder y al servicio de la burguesía, pasarán a manos de los trabajadores.
Los grandes sanatorios, consultorios y hospitales, farmacias y laboratorios; los centros de salud y hospitales, serán expropiados y puestos al servicio del pueblo para garantizar la salud y evitar la mortalidad por falta de atención médica”.
A raíz del secuestro y liberación de Rubén Figueroa candidato a gobernador por Guerrero, es destinada una abrumadora fuerza militar para capturarlo y en la madrugada del día 2 de diciembre de 1974 un balazo al rostro disparado por el capitán Pedro Bravo Torres termina con tan destacado héroe popular cuyos restos fueron depositados en 2002 al pie de un modestísimo monumento erigido en su memoria, en la plaza principal de Atoyac de Álvarez, Guerrero.
Hasta aquí lo relacionado al antes único famoso Cabañas en México. Lo relativo al paraguayo Cabañas, futbolista del Club de Fútbol América, sobreviviente de un balazo en el rostro -provocado por una foto tomada por su concuño a una piruja cubana- al estar en un maleado bar defeño, y cuya vida y hazañas pormenorizadas han sido difundidas hasta un hartazgo aborrecible por Televisa o Emilio Azcárraga Jean, dueño también del malinchista Club; es otro muy, pero muy diferente asunto.
Y otra historia, también del Paraguay actual de Salvador Cabañas, está más relacionada al movimiento guerrillero cabañista mexicano que al futbolero y es la relativa a un aguerrido grupo subversivo llamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) fundado en marzo de 2008 cuyos pocos pero efectivos integrantes tienen en jaque al gobierno del ex obispo hoy presidente Fernando Lugo.
Apenas el pasado 17 de enero de este 2010, el grupo de quince jóvenes activistas y dirigentes del EPP con vinculación internacional, que usa armamento moderno y teléfonos satelitales; liberó al ganadero Fidel Zavala luego de cobrar una cuantiosa cantidad de dinero destinado a su causa. Después de eso, el gobierno luguista ofrece recompensas -a quién propicie la captura- de hasta 70 mil dólares por cada uno de los guerrilleros. Qué cosas tiene la vida, Mariana. Una de Cabañas, de guerrillas, de incomprensión y de manipuladas difusiones, y otra, de cosas cabañistas de la patada.
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