Pleito de diputados en tres…

Primer acto: Aparece Dolores de Méndez, diputada federal panista por Baja California revisando un catálogo de zapatos durante una sesión en la Cámara. La fotografía publicada en la prensa nacional, salpicó de oprobio al también llamado estado 29.
Todo su historial de luchadora social en Mexicali y sus alrededores sufrió una abolladura. Y vaya que se destacó encabezando manifestaciones contra la Comisión Federal de Electricidad buscando reducción de tarifas y en su papel de diputada local propuso la arrojada solución de mutilar a los violadores sexuales –quirúrgica o médicamente- para evitar reincidencias criminales de ese tipo.
Apoyó también en ese entonces, a Yolanda Reyes de La Rumorosa y a Petra Santos de la vecina ciudad de San Luis Río Colorado, Sonora que se opusieron férreamente y con bloqueos carreteros por semanas, a la privatización de una carretera libre, que finalmente se dio, pero condicionada la expropiación, a mantener por siempre una tarifa baja. Así, el peaje Mexicali-La Rumorosa en vía de doble carril rumbo a Tijuana es el más barato en relación al tramo recorrido con 13 pesos por 70 kilómetros.
Su postura a favor de las causas populares le facilitó recientemente, ser elegida diputada federal. La señora Santos actualmente también es legisladora por Sonora y en congruencia con su postura más radical, logró su objetivo cobijada por el PRD. Recientemente se le vio en tele noticieros defeños, dando la batalla contra el gobernador Bours y a favor de unos profesores en huelga de hambre en el sonorense poblado de Etchojoa.
Segundo acto: Los legisladores federales panistas entre ellos la señora Dolores de Méndez, se posesionan de la tribuna de la Cámara de diputados conocido también como recinto legislativo San Lázaro. Su intención de permanecer en ella tres días antes de la toma de protesta como presidente de la República de Felipe Calderón, evitando en esa forma que los perredistas hicieran lo semejante, fue la tónica a seguir.
El antecedente de impedir que Fox leyera su último informe presidencial colocaba a los diputados del sol azteca como presuntos reincidentes. Aplicando el remedio ranchero de “Pa´ los toros de El Jaral, los caballos de allá mesmo” los pragmáticos panistas se amacharon en sus posiciones arriba de la tribuna.
Tercer acto: Al verse despojados de tal argucia ilegal -dentro del templo de la legalidad- los diputados perredistas se lanzaron a desplazar a los panistas intentando la “reconquista” del territorio estratégico. Fueron rechazados violentamente a empujones, puñetazos, mentadas, improperios y sillazos. Lo peorcito de la fauna diputadil se dejó ver en la acción, desde diputados melenudos en lances suicidas casi, hasta irrespetuosos sombrerudos que pasaron por alto despojarse de la gorra frente a los símbolos patrios en el interior del recinto oficialmente sacro. En tan denigrante batalla campal, los ayes de dolor surgieron de ambos bandos de orates.
Luego de dos días de relativa calma, llegó la mañana del ritual de cambio de poderes. La aparente aceptación con sabor a derrota de los perredistas dio paso a una nueva oleada de agresiones por parte de estos. Minutos antes de la ceremonia, en una desesperada acción trataron a toda costa de tomar la tribuna, surgiendo de nuevo el crujir de muelas, los dolorosos mamporros y las acciones propias de cavernarios alienados. No lograron su objetivo y un apresurado Felipe Calderón juró ante un pleno de diputados ruidosos, cumplir y hacer cumplir lo que dicta la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.
Terminada la ceremonia, los adoloridos orates rijosos desalojan el recinto tan peleado.
¿Cómo se llama la obra?
“EN LA CÁMARA DE DISPUTADOS: DOLORES… DEMENTES”