Bienvenido a Nayarit Presidente Calderón. Al influjo del renuevo presidencial, la esperanza reivindicadora ronda nuevamente bajo el cielo nayarita. Cabe esperar la mejoría social en el estado, en base a decisiones presidenciales atinadas, prontas y efectivas.
Por enésima vez se insiste en la necesidad de incluir bajo la jurisdicción estatal al archipiélago Islas Marías e incorporarlo al plan Escalera Náutica. Ambas resoluciones corresponden exclusivamente al titular del poder Ejecutivo. El destino del Penal del Pacífico sólo compete al Presidente de la República según el apartado legal establecido desde que Porfirio Díaz las designó como prisión federal en 1905.
Destinar los 274 kilómetros cuadrados del archipiélago como sistema penitenciario con las restricciones propias, resulta casi criminal además de ilógico.
Hay ejemplos mundiales sobre grandes islas que combinan regímenes castrenses con atractivos turísticos. Hawai alberga una de las mayores bases navales estadounidenses dentro de sus islas turísticas y el país-isla Cuba destina una porción territorial como base naval extranjera y prisión militar de alta seguridad estadounidense también.
Pero en este empobrecido México de incongruencias aún vigentes, se siguen dilapidando recursos públicos con aborrecibles determinaciones y desatinadas actitudes oficialistas. Desde hace decenas de años zarpa desde Mazatlán, Sinaloa un barco de la armada nacional rumbo a la isla penal María Madre y viceversa. Semana a semana efectúa el periplo marino gravoso que por imposiciones centralistas, no sale de San Blas, Nayarit que dispone de una base naval prestigiada y que está a 90 kilómetros del conjunto de islas, sino del puerto mazatleco que está al doble de distancia.
Ya en el malogrado sexenio foxista se había decretado la desaparición como reclusorio, pero por desgracia se dio marcha atrás en el proyecto. Tal vez influyeron dependencias internacionales que designan como reservas naturales protegidas a entornos ajenos sin permitir alternativa alguna.
Instituciones de influencia mundial que se entrometen arbitrariamente, haciendo a un lado autonomías y reclamos, pero no colaboran al rescate de muchas zonas con recursos naturales y de algunos edificios y ruinas históricas que abundan en todo el país y en Nayarit en particular.
Los humedales samblaseños con su Tovara incluida, las ruinas ixtlenses Los Toriles y la colonial iglesia monumental compostelense, no captan la atención de tan celosos guardianes universales. Los gobiernos municipales -con sus limitaciones propias- son los que llevan a cabo la conservación respectiva. Caso admirable es la remodelación en torno al templo de Compostela que lleva a cabo la actual administración municipal de ejemplar desempeño. El alcalde Marco Antonio Moreno Venegas se echó a cuestas la hombrada de dignificar la zona aledaña al templo colonial histórico a pesar de los recursos magros y del escaso respaldo del gobierno estatal y federal.
La recuperación y dignificación de espacios públicos históricos que debiera hacer el gobierno federal mediante su Instituto Nacional de Antropología e Historia lo hace el gobierno municipal que en base a orgullo regional, saca la casta.
Presidente Calderón: Es tiempo ya, que se explote el potencial turístico que poseen las Islas Marías. Es tiempo ya, que desaparezca ese estigma de reclusorio vergonzoso y obsoleto. Es tiempo ya, que se libere el espacio aéreo y marítimo circundante. Es tiempo ya, que el estado de Nayarit se beneficie grandemente con su recuperación y usufructo turístico.
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