LUCERO EL TRISTE FINAL...

LUCERO;  EL TRISTE FINAL CON SU GACHA PRESENCIA

Desde su inicio a temprana edad en el medio artístico nacional, derrochó gracia y simpatía plenas. Su etapa tierna y luego madura, transcurrió tranquila y feliz pese al bullicio propio del farandulero entorno.  Algunas sentidas canciones de mexicanidad inconfundible, le adjudicaron popularidad y fama.
El cine, la televisión y demás presentaciones físicas, permitieron captar y disfrutar su magnífica estampa. El pelo al viento, alborotado por los movimientos propios de su actuación, permitía evocar la cascada hermosa de algún anchuroso río salvajemente bello. Su desplazamiento al compás del acompañamiento musical, era alegremente gracioso, estimulante, regocijaba el alma, inspiraba a soltar un grito festivo de alegría desbordante.
Afloraba su nobleza, la clase le distinguía, y su inteligencia excepcional le permitía conducirse impecablemente siempre. El inusual aglutinamiento de múltiples virtudes en un solo ser, inspiraba a los espíritus sensibles, incluso algunos, le colocaban en un mismo plano superior de universal armonía vital.
Su trayectoria exitosa fue truncada en cuestión  de minutos, el duro revés cayó como guillotinazo vil. La estrepitosa caída fue propiciada  por un escandaloso pleito de corrientes y mitoteros entes, que en mala hora interfirieron su camino.
El derrumbamiento súbito, causado por el desdichado altercado entre aquella brava perrada, que ese infeliz día le amargaron la vida, le hizo caer y verse muy mal, el estigma penoso ya sería acompañante permanente en su ya lastimoso vivir, pero sobre todo, marco para siempre la  hasta entonces impecable buena marcha de su desempeño por el mundo del espectáculo.
La persona más allegada y los también cercanos que impulsaron su desempeño artístico, sufrieron inmensamente por el injusto y tremendo tropezón en ese desafortunado día.
No volvió a levantar cabeza, y deambuló durante prolongado tiempo con la cerviz siempre gacha, con su tristeza notoria, apuntando siempre al suelo. Un anquilosado cuello, forzaba la denigrante postura.
Los diversos tipos de música actual, relegan de las radiodifusoras aquellas viejas canciones, pero continúa oyéndose por allá muy de vez en cuando la sincera manifestación afectiva. La intercalada frase en las canciones rancheras se ausenta cada día más de los radioescuchas merced a la desmexicanizada programación radial causada por la globalización omnipresente actual.
La perenne evocación expresada a media canción en algunas ecuestres de Tony Aguilar, destilan nostálgico afecto sincero, pero el sentido pregón: “esta canción va dedicada a mi Lucero”, no logra alegrar la descuidada tumba del rancho zacatecano donde yace olvidado tan virtuoso equino.



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Camelia  la Textana

Aquél largo peregrinar indígena concluyó al captar visualmente la tribu azteca, la pacientemente buscada  imagen visionaria del águila en lucha con la serpiente sobre un nopal de la roca emergida en un lago.
Siglos después, describir poéticamente el simbolismo  de ave y  reptil  en la bandera  nacional  y el  individual peregrinaje con el sueño de verla  publicada en los Libros de Texto gratuitos  -estimulando el inicio cívico de los niños durante su  educación primaria- completaron el casi quinquenario periplo.
Con el seudónimo “Amoríc” y de primera intención en abril de 1993, un acróstico alusivo al tema, fue puesto personalmente en manos  del  entonces Secretario de Educación Pública Ernesto Zedillo. No hubo de parte del mandamás de Educación Pública  –ni  por educación privada- respuesta alguna.
En segundo intento, con el Presidente Fox se aprecia el esperado cambio. Ofrecida  y  recibida en protagonismo directo de ambas partes en diciembre de 2000, si  hubo respuesta en agosto de 2001, negativa  pero respuesta.
El trillado lastre pos electoral nacional…cambio para que nada cambie.
Ya el semestre final de 2002 trajo la decepción plena al divulgarse que ni obras de Carlos Fuentes, ni  del  Nóbel  Octavio Paz,  ellos sí poetas mayores  -en mañas-  fueron  incluidas  en  los de  gorra  y  forzosos.
El 2005 dio la puntilla a todo intento actualizado de ingresar a los mentados libros, pues la Secretaría de Educación Publica editó y distribuyó generosamente por todo el país, el complemento de los Libros de Texto “Cien Corridos Mexicanos” con canciones narrativas pro educación infantil, pero  -el inconcebible pero-  incluyó narco corridos con “Camelia la Texana” entre otros…  ¡¡para educar a los niños de primaria!!
Un ¡Dios mío que está pasando en el país! Clausuró todo iniciativa de mi parte.
La tercera y última intentona se hará sobre base segura, en el  2027 cuando  yo  o  algún pariente  cercano  sea  el  mandamás  del  país.
El problema de habituarse a soñar, es que después  resulta difícil transitar por la realidad.
De  momento  he aquí el rechazado acróstico  presentado  horizontalmente. Como es ya sabido,  con  la  primera  letra  de cada  palabra se  forma el  título escrito en mayúsculas.
Si eres diputado de chiripa,  pídele a alguien que te lo explique.     
                            
VEINTICUATRO DE FEBRERO DÍA DE LA BANDERA

          Venerado emblema
           insuperable nuestra tricolor insignia
          con un águila triunfante
          retadora, oronda
          destrozando esa fauna envilecida.
          Bella representación
          ensalzando raíces orgullosas
          de indígenas ayeres
          digno ese lábaro alabado.
          Bandera actual
          nuestra duradera esperanza.
          Reconfortante aliciente
      Los morrillos y  morrillas, escolapios y escolapias, como jugando, como aprendiendo, y como grabándose en el alma el amor a tal bandera, bien pudieron acomodarla verticalmente en su cuaderno de ejercicios:


Venerado
Emblema,
Insuperable
Nuestra
Tricolor
Insignia
Con
Un
Águila
Triunfante,
Retadora,
Oronda

Destrozando
Esa

Fauna
Envilecida.
Bella
Representación
Ensalzando
Raíces
Orgullosas

De
Indígenas
Ayeres

Digno
Ese

Lábaro
Alabado.

Bandera
Actual,
Nuestra
Duradera
Esperanza.
Reconfortante
Aliciente