En el ámbito bajacaliforniano se recuerda al puntilloso, incisivo y sarcástico periodista Héctor “Gato” Félix Miranda -co director del semanario Zeta junto con J. Jesús Blancornelas- autor de la columna “Un poco de algo” asesinado en Tijuana el 20 de abril de 1988 por el jefe de seguridad del Hipódromo Agua Caliente regenteado por Jorge Hank Rhon.
Actualmente, a 19 años de distancia, se aprecia un aparente triunfo del mal sobre el bien, y de la impunidad sobre el castigo a todo hecho criminal, pues incluso el sospechoso de autoría intelectual en el caso, pretende -con increíble desparpajo- ser electo gobernador de Baja California en este 2007.
Con la complicidad de sus incondicionales, mafiosos, desvergonzados e inescrupulosos integrantes del partido político bajo su férula, impuso su candidatura antes de los tiempos electorales y se dispuso a controlar el voto de un electorado maleable por centavero, indigno y desmemoriado.
Su emblema priísta de campaña política es H7 y se refiere a la primera letra de su primer apellido y el número por el año actual. Ya los panistas ironizan que para el H7, el H24 reconocido insecticida. La caricatura de Polo 06, de plano identifíca la H con Héctor y el 7 por el número de vidas de los gatos. Dice sobre el siete: "Séptima vida segada 20 de abril de 1988" y el paisaje mochiteco refiere a la ubicación de la tumba en Sinaloa.
El 10 de abril pasó desapercibido para el mundillo oficial. Este aniversario del asesinato de Emiliano Zapata pasó a formar parte -casi- del basurero de la historia mientras la privatización y acaparamiento de las tierras nacionales por particulares potentados, goza de su etapa más próspera, como cruel estigma del desempeño salinista que borró definitivamente del mapa geográfico nacional lo de : “La tierra es de quién la trabaja” sustituyéndolo por su: “La tierra es del de la marmaja”.
